El sector del vino de Granada anda estos días más que inquieto tras la marcha -voluntaria para unos, forzada para otros- del presidente de la Denominación de Origen (DO) Vinos de Granada, Javier Rodríguez que abandona el cargo a falta de unos meses para conseguir la Denominación Definitiva. El que estuviera al frente de la regulación de calidad desde el año 2009 ha perdido su condición de presidente tras sacar su bodega Pago de Almaraes de la Denominación de Origen. El próximo martes se ha convocado una asamblea general de todas las bodegas pertenecientes a la Denominación de Origen para elegir a un nuevo vocal. Cuando estén todos elegidos, se determinará cuál de ellos ostenta a partir de ahora el cargo de presidente. De momento, y hasta el martes el cargo está en manos del vicepresidente, Juan José Olea.

La marcha de Javier está rodeada de especulaciones y versiones contradictorias. La suya, la del propio afectado, se basa en las necesidades de expansión de la empresa. "Por un lado tengo la necesidad de estar más cerca de la familia. Por otro lado, a veces una empresa para crecer necesita salir de la Denominación de Origen", aseguró ayer a este diario alegando que la DO sólo permite actualmente que el 15% de las uvas empleadas en el proceso sean de parcelas no certificadas. "Eso significa que hoy por hoy las bodegas adscritas a esta regulación de calidad sólo pueden comprar uvas en 300 de las 4.800 hectáreas de viñedos de Granada, que son las que están acreditadas para la Denominación de Origen. Continuaré trabajando donde quiera que esté por el sector. La retirada de la bodega de la DO la decidiremos en los próximos días", afirmó Javier Rodríguez.

No obstante, el vicepresidente de la Denominación de Origen de los Vinos de Granada apunta a otro tipo de motivos. "Lo único que sabemos es lo que nos comentó él: que no estaba a gusto"; extremo este último que negó Rodríguez afirmando que "los bodegueros de la Denominación es gente estupenda con la que he tenido la oportunidad de compartir muchas cosas".

Entre los bodegueros las opiniones son diversas. Circula entre el sector la idea de que Javier Rodríguez ha sido expulsado de su cargo por "falsificar" sus vinos, los de Pagos de Almaraes, que hacen y fabrican en Cogollos de Guadix, donde llevan camiones de vino a granel de Jumilla y La Mancha pese a etiquetarlo diciendo que está realizado con uvas de la Denominación de Granada.

Este extremo no pudo ser confirmado por este periódico, de hecho, Rodríguez lo negó tajante: "En absoluto. Me sorprende escuchar algo así, es la primera noticia que tengo".

Sin embargo, son varios los bodegueros que achacan la marcha de Javier Rodríguez a una inspección que descalificaría toda la cosecha de Pago de Almaraes, lo que convertiría la producción en vino de mesa.

Las luchas de poder por conseguir el puesto que ostentaba hasta ahora Javier Rodríguez es otra de las causas con la que los bodegueros intentan explicar esta decisión. Eso sí, todos coinciden en señalar que es necesario mirar por el sector. "Para eso están los inspectores y los férreos controles a los que nos someten. La gente no sabe hasta dónde puede llegar un pliego de condiciones de una Denominación de Origen. Hay cinco organismos que nos controlan y es muy fácil que nos sancionen. Simplemente por no apuntar algo en el libro de registro nos pueden multar", explicaban ayer los bodegueros tras conocer la situación de Javier Rodríguez.

"Los bodegueros estamos trabajando muy bien y de manera muy rigurosa y no es justo que se nos dañe sin mirar por el sector", añadían ayer miembros de las bodegas de la provincia, que esperarán hasta el próximo martes para elegir al nuevo presidente que tomará las riendas del sector y tendrá que aclarar las circunstancias reales de la repentina marcha de Javier Rodríguez.