Unos 200 taxistas granadinos se concentraron ayer al principio de la Cuesta Gomérez para protestar por la "discriminación" que sufren respecto al tren de la Alhambra. Solicitan que las distintas administraciones les permitan descender por dicha calle, "el mismo sitio" por donde transcurre el novedoso medio de transporte. No es una reclamación nueva.

Hace dos décadas, los antecesores de los taxistas que ayer se congregaron en Plaza Nueva ya protagonizaron otra movilización contra el Patronato de la Alhambra y el Gobierno local -por entonces del PSOE- para acabar con otro pequeño vehículo que subía hacia el monumento más visitado de España por la Cuesta de Gomérez. Actuación que obligó al PP, en la Alcaldía un año después, a retirar el vehículo.

Los manifestantes actuales, incluso, trataron de obstaculizar el paso del convoy por la citada cuesta y por la Carrera del Darro, y respondieron a su paso arrojando decenas de huevos. Uno de ellos, además, fue separado del lugar por la Policía Nacional tras un certero lanzamiento.

"No nos dejan pasar por la Cuesta de Gomérez, mientras el tren sí lo hace en sentido descendente; ello crea una discriminación hacia el sector porque entendemos que el tren es un medio de transporte a motor, como nosotros, y todos deberíamos tener los mismos derechos para poder competir en igualdad de condiciones". Esas fueron las palabras del presidente de la Asociación Gremial del Taxi en Granada, Juan Túnez.

La principal razón por las que se le impide el acceso es porque se pretende proteger ese entorno de la contaminación propia de los vehículos. Por eso el tren es híbrido. Sin embargo, algunos de los taxistas llegaron a decir abiertamente que la tecnología que usaba -y por la que se le permite el paso- no era tal. "Yo soy también mecánico y digo que ese tren no es híbrido, al bajar conecta su motor diésel", gritó uno de ellos. "Sabemos que la empresa ha pagado 300.000 euros para que se permita el paso por ahí", respondió otro a viva voz.

Juan Túnez admitió que habían contactado buscando una solución, tanto con el Ayuntamiento capitalino, como con el Patronato de la Alhambra. "Por escrito y verbalmente, sin obtener respuesta". El Consistorio, sin embargo, poco puede hacer. Es más, secunda la petición de los taxistas y desmiente que no haya dialogado con ellos. Eso al menos reconoció la edil de Movilidad, Telesfora Ruiz, que señaló que el acceso de los taxis por dicha travesía es algo que depende "totalmente" de la Alhambra y que responde a un plan especial de protección en la zona. "La Cuesta de Gomérez es de titularidad municipal pero, para llegar a ella, hay que atravesar los bosques de la Alhambra, y eso es competencia del Patronato; yo me ofrecí a mediar porque el Ayuntamiento apoya que puedan bajar ya que, en bajada se contamina muy poco", dijo. El alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, también dijo estar "encantado" de dar el 'ok' a todos estos conductores profesionales.

La propuesta municipal trasladada hasta Mar Villafranca -directora general del monumento alhambreño- consiste en abrir un período "experimental". Dejar bajar a los taxis durante tres meses y evaluar después los impactos "ambientales y económicos" que tendrían lugar. "No estamos hablando de meter por ahí otros vehículos, ni mucho menos; ni tráfico privado, ni autobuses urbanos... Sólo aceptaríamos el paso de taxis ocupados y que hayan sido contratados por algún cliente arriba", explicó Telesfora Ruiz.

Por su parte, Villafranca comunicó que trasladaría la proposición a su equipo, aunque el Patronato de la Alhambra no quiso hacer declaraciones al respecto ayer a Granada Hoy.

La concejal comprendió el estado de ánimo del gremio del taxi granadino, pero desmintió la afirmación que aseguraba que el tren era un fraude. "Lo de que el tren no sea híbrido no es cierto, el motor pasa a ser eléctrico en bajada o en terreno llano; en sentido ascendente tiene que hacerse la combustión del gasoil, pero en su trayecto por la Alhambra, el tren siempre va en sentido descendente, por lo que no hay problema", puntualizó.

La protesta del colectivo taxista se basó en un parón de unas dos horas en su trabajo. Alrededor de las 11:30 horas, el presidente del gremio subía a uno de los bancos de Plaza Nueva y daba por finalizada la concentración. "¡Volvemos al trabajo!", voceó. Antes, el tren tuvo que ser escoltado por la Policía a su paso por la Carrera del Darro, donde un grupo trató de frenar su trayecto. Las pancartas que sujetaban entre sus manos pasaron a ser colocadas en las lunas de sus vehículos. Algunas con mensajes como "Taxi=Ruina" o "Acercan la Alhambra, retiran el taxi".

"No pedimos que desaparezca el tren, sino tener los mismos derechos; la Alhambra se merece todo, en eso estamos de acuerdo, pero también se merece tener un taxi digno, y nuestra dignidad queda en juego cuando no podemos hacer el mismo recorrido", sostuvo Juan Túnez.

A priori, las diferencias se van a alargar en el tiempo. Y es que la idea de permitir el tráfico de estos automóviles por la Cuesta de Gomérez sólo por unos meses no parece haber tenido mucho éxito en el Patronato alhambreño. Así lo expuso el alcalde: "Tuvimos una reunión para solucionar este asunto pero Mar Villafranca se enfadó, se levantó y se fue diciendo que no era posible". Como alternativa, los taxis que descienden desde la Alhambra tienen que dar un pequeño rodeo pasando por algunas zonas del castizo barrio del Realejo. Algo poco rentable, según Túnez: "Hay que tener en cuenta el gasto de tiempo y dinero que todo eso conlleva".