Es normal cabrearse ante una multa de tráfico. Lo que no es normal es que una sanción de este tipo derive en graves incidentes como los que ocurrieron el 7 de febrero de 2008, en la calle Arabial de la capital, por los que habrá un juicio en la Audiencia Provincial de Granada. La vista ya se ha señalado para los días 3,4 y 5 de febrero de 2015, en la Sección Segunda, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

En el banquillo, a petición de la Fiscalía de Granada, se sentará el conductor que protagonizó el altercado, de iniciales J.M.R.R., que a su vez imputa "varios delitos" a los agentes. El acusado, que estuvo privado de libertad dos días tras los hechos, tendrá que responder ante la Justicia como presunto autor de un posible delito de atentado contra agentes de la autoridad y de una falta de lesiones.

Así consta en el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, al que ha tenido acceso este diario y en el que el fiscal pide que sea condenado a tres años y medio de prisión por el delito, y a pagar una multa de 540 euros por la falta.

Junto a ello, la Fiscalía solicita que J.M.R.R. indemnice al agente al que supuestamente arrolló con 3.000 euros "por las lesiones causadas y secuelas", así como con 2.101 euros al Ayuntamiento de Granada, que también está personado en la causa.

De acuerdo con el relato que realiza el fiscal en su calificación, los hechos ocurrieron sobre las 20:00 horas. El ciudadano había dejado su Renault Space "estacionado en doble fila, obstaculizando el tráfico" en la calle Arabial, en la zona de Neptuno. Al observar el vehículo, un agente se le acercó y le pidió la documentación, ante lo que el acusado le preguntó si es que le iba a multar.

Como quiera que la respuesta del policía fue afirmativa, el acusado -siempre según la Fiscalía- dijo al agente que le iba a dar "una polla", que le iba a dar "una mierda". Ante su actitud, el agente pidió apoyo de otros agentes, "exhibiendo el acusado finalmente su documentación y sancionándosele".

Minutos después, según prosigue el fiscal, cuando el primer agente que se acercó al conductor se hallaba en una isleta de Camino de Ronda, el acusado "tras increparle llamándole cabrón, le arrolló con su vehículo, tirándole al suelo" y causándole diversas policontusiones e inflamación en la pierna derecha y erosiones en las manos. De estas heridas tardó el policía un mes y medio en curarse.

Tras el atropello, el conductor tuvo que ser "reducido" por la Policía, que se vio obligada a utilizar "la fuerza mínima imprescindible" para sacarlo de su vehículo, ante su supuesta negativa a hacerlo de forma voluntaria. El acusado mantuvo entonces, según el escrito, una actitud "violenta", produciéndose "con motivo de ello" policontusiones (dolor en tobillo derecho, cervicales, mandíbula, nariz, parte inferior de la espalda e inflamación leve en la frente). Tardó en curar 14 días, siete de los cuales estuvo impedido para sus ocupaciones habituales.

La motocicleta de la Policía Local que conducía el agente herido, una Honda modelo XL650V, también resultó dañada. Los desperfectos causados fueron valorados en los 2.101 euros que pide el Consistorio de indemnización.

Según otras fuentes del caso consultadas, el conductor también es también parte acusatoria en la causa e imputa "varios delitos" a los agentes que intervinieron en los hechos, por lo que éstos también tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados. No obstante, existe un recurso contra el auto de apertura de juicio oral que, de prosperar, podría provocar que la causa dé un giro inesperado.

No han trascendido las penas que el ciudadano, que está representado por el abogado Pedro Jiménez de Utrilla, solicita para los agentes de la Policía Local de Granada en su calificación provisional.