Granada

Cuando la guerra estalló

Rafael García-Duarte Salcedo fue fusilado con otros 24 reos el 11 de septiembre de 1936. El enterrador que le dio sepultura -y que se preocupó de separar su cadáver del resto de cuerpos- entregó a la familia del médico los objetos personales y una nota de despedida. Aquel mensajero tenía motivos más que justificados para hacer llegar la misiva. "Miles de besos, muchos besos. Suerte. Arriba el espíritu. No decaer nunca, Luchar", escribió. García Duarte, pediatra, había tratado a la hija del sepulturero cuando ésta enfermó. La muerte del médico -catedrático de Pediatría en la Universidad de Granada y nacido en el seno de una conocida y relevante familia de la capital- no fue la única que la ciencia granadina tuvo que lamentar a causa de la contienda fratricida, una guerra que esquilmó toda una generación de científicos y pensadores.

El de García-Duarte es uno de los quince perfiles de científicos, médicos o investigadores granadinos o vinculados con la provincia de Granada que, hasta ahora, forman parte del proyecto Generaciones de Plata, impulsado por la Universidad de Granada y la Fundación Descubre. Por ahora se pueden consultar un centenar de perfiles. La iniciativa trata de completar las lagunas que todavía existen en los perfiles profesionales de estos investigadores, que demostraron un nivel intelectual "propio de una generación que iba a despuntar pero que se truncó", explica Mikel Astrain, uno de los responsables de la iniciativa.

A otro de los ajusticiados durante la Guerra Civil la provincia de Granada le debe la carretera de la Sierra, el pantano del Cubillas o el trazado del Camino de Ronda. El ingeniero y topógrafo Juan José Santacruz, madrileño de nacimiento y elegido diputado en 1931 por el Partido Republicano Autónomo Granadino, fue ejecutado en la tapia del cementerio el 2 de agosto de 1936. Los detalles de su biografía así como parte del proceso que terminó con su condena a muerte pueden consultarse en la página web generacionesdeplata.fundaciondescubre.es.

En la misma dirección figura el perfil de Jesús Yoldi. Nacido en Arizkun (Navarra) en 1894, llegó a ocupar la Alcaldía de Granada. Su trayectoria política corrió paralela a la de labor investigadora como químico, materia de la que se licenció en Zaragoza con el premio extraordinario de carrera en 1917. Cinco años más tarde se trasladó a Granada para ocupar una plaza de catedrático de Química general. Aceptó el cargo de regidor en 1932, responsabilidad que ocupó menos de cinco meses. En ese tiempo logró bajar el precio de la harina, homenajear al rey Alhamar con una placa en la Puerta de las Granadas de la Alhambra o unir el autobús Málaga con Sierra Nevada. En julio del 36 fue detenido en Capileira, localidad natal de su mujer, para ser fusilado en octubre de ese año en la tapia del cementerio.

En el perfil elaborado por Generaciones de Plata ha colaborado uno de los hijos de Yoldi, Antonio Luis. Precisamente los familiares de los investigadores son una pieza clave del proyecto, que está abierto a las aportaciones que puedan hacerse a título particular con el fin de "ayudar a comprender" cómo se truncaron aquellas brillantes carreras, que, además, en ocasiones han quedado en el olvido.

No todos los científicos granadinos recopilados murieron en la Guerra Civil. También hubo quien sufrió el exilio. Alejandro Otero Fernández, nacido en la localidad pontevedresa de Redondela y catedrático de Obstetricia en la Facultad de Medicina de Granada con sólo 25 años, fue elegido presidente del Patronato del Sanatorio Antituberculoso de la Alfaguara, en 1923, cargo desde el que ayudó a levantar la iniciativa impulsada por Berta Wilhelmi. El 7 de julio de 1936, fecha en la que tuvo noticias de "la insurrección que se estaba poniendo en marcha", indica su ficha bibliográfica, decidió abandonar Granada. Acabó sus días en México.

El ingeniero Emilio Herrera se carteó con Albert Einstein y rechazó ofertas de trabajo en la NASA. Nacido en Granada en 1879, adelantó que los trajes de los astronautas para los paseos espaciales serían "brillantes y deslumbradores" y fue el protagonista de los avances en la aeronáutica española. Fiel a la República, salió de España en 1938 para no volver. Suyo es el diseño de uno de los primeros trajes para paseos por la estratosfera.

Un tercer grupo de médicos, estudiosos y científicos de los que se puede conocer más detalles biográficos a través de este proyecto sufrió los efectos de la guerra pero consiguieron sobrevivir a la barbarie en su tierra. Sufrieron injustas condenas. Rafael Ramírez Rivas, "al no tener antecedentes políticos y actuar sólo como médico, fue condenado a retiro obligatorio cuando aún le quedaban años de vida profesional". La inquietud llevó a este médico a participar de prácticamente todos los acontecimientos de la primera mitad del siglo XX como médico militar. "Fruto de sus experiencias en la guerra, escribe varios artículos científicos que incluso llegan a ser citados por las revistas de sanidad militar de Estados Unidos".

El proyecto Generaciones de Plata, que cuenta con la colaboración de Todoslosnombres.org, ha superado ya su primera fase, de identificación de las víctimas mediante una investigación bibliográfica. Ahora se prepara una exposición virtual para divulgar el fruto de ese trabajo. Entre el centenar de figuras glosadas, además de físicos, químicos o matemáticos, también se encuentran dentistas, ingenieros, veterinarios, arquitectos o matronas, cuyos datos han sido recopilados fundamentalmente de los archivos militares, los colegios profesionales o las universidades. Generaciones de plata cuenta con un presupuesto que asciende a los 30.000 euros, de los que la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales aporta 13.900, y la Universidad de Granada y la Fundación Descubre el resto.

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