Juan Francisco Delgado deja la red Guadalinfo después de 7 años al frente "abrumado por las muestras de cariño. "Cuando uno hace un trabajo de este tipo no se imagina que puede haber tanta gente detrás que te esté siguiendo y que esté valorando tanto esta tarea. Lo estás haciendo como un deber y no sabes lo que hay detrás".

-¿Cuál es tu balance de estos siete años?

-Tengo un pellizco de la cantidad de gente que me está diciendo tantas cosas. No sabía que era una esperanza para tanta gente. Como lo hemos hecho de una forma muy innovadora y muy participativa, muy de abajo arriba y hemos ido acompañando a los que están empezando, les hemos ayudado a hacer las cosas de una forma totalmente diferente. Y eso cala porque haces la labor de darle a las personas una esperanza, hacerles creer en ellas mismas. Lo importante es que sepan que la tecnología les pone muchas más cosas al alcance de la mano.

-Además, se tiene especial cariño a un proyecto que ha visto crecer desde cero.

-Nosotros lo montamos y eso supuso convencer a las Diputaciones, al Ayuntamientos y a veces a la propia Junta. Había que hacer una entidad pública que fuera gobierno 'multinivel', que permitiera tomar decisiones desde todos los niveles cediendo todos un poco de sus competencias para desarrollar una red que trasformara Andalucía. De 2007 a 2009 empezamos a cambiar la red, luego a meterla en el tema de emprendedores y nos hemos convertido en un referente mundial, porque somos muy requeridos en otros países para explicar la experiencia.

-Y, a partir de ese cero, ¿dónde está ahora mismo el proyecto?

-Casi un millón de andaluces están conectados. Se han generado 1.500 empleos de forma directa. Además, hemos conseguido mejorar la competitividad que tiene mucha gente en el medio rural, les hemos llevado esa esperanza que no tenían.

-El mecanismo ha sido establecer centros o puntos, oficinas, donde la gente pudiera ir para que se le explicara y atendiera.

-Un total de 757, donde se les enseñaba desde lo más básico, que es acceder a internet -ahora estábamos introduciendo tecnología móvil- hasta las competencias digitales más avanzadas ligadas a la innovación. A la gente les enseñamos creatividad, diseño, que hagan venta on-line, desarrolle aplicaciones... Todo eso se puede aprender hoy en los centros Guadalinfo.

-Una de las características es que la red ha creado muchos empleos como docentes

-Hay una parte con los empleos

relacionados con la formación que nosotros desarrollamos en los centros, pero no sólo ofrecemos formación, también dinamización: se anima a la gente para que salga de un momento de crisis.

-Uno de los principales problemas de Guadalinfo es que poco después de nacer tuvo que aprender a convivir con la crisis.

-Entonces nos pusimos de lleno para que la red fuese un referente de lucha contra la crisis, pero lucha en positivo. Con la tecnología e internet hay nuevas oportunidades que no hay en otros sectores. Sabíamos que había personas que iban a ser expulsadas del mercado de trabajo y tendrían que buscar empleo en otro sector, y se consiguió. Por ejemplo, un chaval de Pedrera en Sevilla que pertenecía a la construcción y tras llevar dos años parado ha montado un negocio de vino sin alcohol. O un ex-pescador que va un centro y tiene 50 años. Hoy posee un negocio de tienda on-line de nudos artísticos o persianas hechas con nudos del que viven tres o cuatro personas. Cuando llegó la crisis dejamos los proyectos de alfabetización y empezamos a trabajar con temas de emprendedores. Hoy en día es cierto que hay 800 empleos de formación, pero el resto son generados por este trabajo.

-Andalucía partía peor que otras comunidades en 2007.

-Te diría que sí, aunque según las encuestas estaba en mitad y hoy somos la segunda mejor comunidad de España en el índice de innovación, después de Cataluña.

-¿Cuando comenzó se imaginaba que hoy todo lo dominarían los móviles?

-Sí, se veía que la tendencia generalizada es que la tecnología fuera a lo móvil. De la pantalla del cine se pasó a la tele, al ordenador, al portátil, el teléfono y ahora a las gafas, que serán una revolución. En 2009 la mitad de los dispositivos eran portátiles. Las tabletas están ya incorporadas a los centros para que la gente aprenda a usarlos y hacer aplicaciones, porque se tiende a lo móvil.

-Pero tenemos una conexión que no facilita esos pasos.

-Creo que tenemos que cambiar mucho, aunque tengamos a algunos de los mejores profesionales. Todo, desde el propio sistema educativo, tiene que adaptarse al cambio de paradigma tecnológico que va más allá de una revolución. Es una re-evolución permanente. Más que hablar de la reforma laboral, la mejora de la competitividad tiene que ver con la mejora de la conectividad, un acceso barato, la mejora de la tecnología y que las empresas accedan a ella.

-¿Hacia donde encaminará ahora sus pasos?

-Aún no lo sé, pero quiero dedicarle más tiempo a la Psicología, mi profesión, que tengo muy aparcada.