"Si estos señores se sienten acorralados porque sus actuaciones les han llevado a estar en entredicho ante el pueblo es su problema. Nuestra obligación es denunciar lo que está pasando". Y por denunciar e informar al pueblo un militante socialista recibió una paliza por parte del portavoz del equipo de gobierno municipal de Otura (PP), Ignacio Pérez.

Los hechos, que han sido denunciados ante la Guardia Civil, sucedieron el pasado jueves a las diez y media de la noche cuando el afiliado (que prefiere ocultar su nombre) repartía información junto a su mujer acerca de la última denuncia de la Fiscalía al alcalde por "presunta prevaricación". "Nos encontrábamos cerca de las de la calle Reina Sofía cuando sin mediar palabra alguna esté hombre, que venía acompañado por dos personas más y al que no conozco de nada, se abalanzó sobre mí para agredirme".

Para el militante socialista los hechos fueron así, no hay vuelta de hoja: un acto violento en el que no hubo opción a discusión y que sólo buscaba la agresión pura y dura. Algo que, sin embargo, los populares niegan en rotundo. Ignacio Pérez emitió ayer un comunicado en el que desmiente la información y mantiene que lo "único que hubo fue una discusión provocada porque estos señores se dedicaron a tirar octavillas contra mi persona en la puerta de la casa de mi familia". El concejal rebatiendo al militante, lo instó a "que si hubo agresiones que presentara el parte correspondiente". Y eso es lo que ha hecho.

La denuncia en la Guardia Civil iba acompañada del informe de urgencia redactado por el equipo médico del centro sanitario de Armilla que fue el que atendió las "erosiones y excoriaciones debidas a una riña" del vecino y que demuestran que, al menos, contacto físico hubo entre los implicados. Para el afectado, que ya se encuentra recuperado física y psicológicamente, "lo insólito es que en pleno siglo XXI alguien te agreda por repartir octavillas". "En realidad", añade, "ésta es sólo una muestra de la política equivocada que el Partido Popular lleva en el pueblo y que está marcada por acciones intolerables". El simpatizante mantiene que desde que salió la última polémica política que implica al alcalde el pueblo está un poco enrarecido. "Hay cierta intimidación porque todos los simpatizantes populares son empleados municipales, sus nóminas no paran de crecer y hay miradas extrañas... Me da pena que no tengan más argumentos que éstos para hacer política, en cualquier caso vamos a seguir denunciándolo". Curiosamente, la sensación de intimidación también la tienen los populares y el propio concejal implicado en la riña también critica el "acoso" al que están siendo sometidos los ediles del equipo de gobierno por parte de los miembros del PSOE y de IU.

Por el momento, lo único claro es que ambas versiones se verán en los tribunales y será la justicia la que ponga a cada cual en su sitio.