Granada

Las familias de la Corrala ponen fin a seis meses de 'okupación'

  • La comunidad de vecinos no ha vuelto a saber nada de las viviendas bajo régimen de alquiler social que CajaMar les prometió

Se apagó la luz en la 'corrala Utopía' de Granada. El edificio propiedad de la entidad financiera CajaMar y en el que los vecinos de la corrala El Triunfo vivieron a un ritmo frenético durante seis duros meses, con cortes en los suministros y bajo la constante amenaza del desalojo, ha sido finalmente vendido y el colectivo se ha disuelto.

Más de dos meses han pasado ya desde que la comunidad de vecinos de la corrala decidiera abandonar la propiedad y aceptara la propuesta de la entidad financiera para trasladarse a viviendas propiedad de CajaMar bajo un régimen de alquiler social. No obstante, según informó Noelia a este periódico, una de las afectadas y portavoz del colectivo la corrala El Triunfo, los vecinos no han vuelto a tener noticias de la propuesta que el banco les ofreció sobre estas viviendas.

En noviembre de 2013, doce familias granadinas -que formaban un total de 23 personas con ocho niños pequeños- sin recursos y con graves necesidades, ocuparon el edificio inacabado propiedad de Cajamar y ubicado en la calle Cardenal Mendoza de la capital. El 17 de ese mismo mes los vecinos inauguraban la corrala junto a 300 personas convocadas por la plataforma Stop Desahucios del Movimiento 15-M. Esa misma semana, los vecinos recibieron la orden de desalojo por parte de CajaMar. Finalmente, la entidad canceló la orden y aceptó negociar con los vecinos, ofreciéndoles que se mudaran a unas viviendas con un alquiler social que los familiares pudieran permitirse.

Tras seis meses donde los vecinos vivieron bajo grandes presiones, el colectivo de la corrala El Triunfo decidió en asamblea abandonar el edificio y mudarse a las viviendas de Cajamar. Sin embargo, según afirmó Noelia a este periódico, una vez que la comunidad desalojó el edificio no volvieron a tener noticias de la entidad bancaria. "Hablamos con ellos y siempre se mostraron dispuestos a negociar, nos ofrecieron su propuesta pero nunca volvimos a saber de CajaMar, no nos llegó nada y no se volvieron a poner en contacto con nosotros", lamenta Noelia.

A día de hoy, el colectivo ha sido finalmente disuelto y Noelia ha perdido el contacto con el resto de familias con las que convivió durante aquellos meses. La portavoz del colectivo forma parte de una de las pocas familias que ha podido conseguir una solución. La granadina vive ahora, junto a su hijo menor, en un edificio con alquiler rebajado. "El gestor inmobiliario que se encargó de la venta del edificio entendió nuestra situación y negoció con algunos propietarios de pisos un precio más barato para nosotros". Sin embargo, solo son cinco las familias que han podido beneficiarse de esta situación. "Muchas familias se han quedado sin nada, no he vuelto a saber de ellos", lamenta Noelia. En su caso, paga 250 euros mensuales por un piso en la capital en el que vive junto a su hijo. "No es gran cosa en comparación con el precio del alquiler de los pisos de alrededor, pero es algo", apunta Noelia. "En algún sitio tenía que vivir, cuando no pueda pagarlo veré lo que hago".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios