El chiringuito Oleaje de Playa Granada celebró ayer el segundo de los desayunos que sirven de espacio de interrelación entre la capital y la Costa así como de foro de la cultura. En esta ocasión la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca fue la entrevistada por el presidente de la Cámara de Comercio de Motril, Ángel Gijón.

Villafranca hizo memoria y recordó sus inicios al frente del monumento. "Habíamos heredado la imagen de la Alhambra como un lugar de visita que se abría y cerraba todos los días, pero nos propusimos nuevos retos para el siglo XXI, como adaptar un conjunto monumental a las nuevas tecnologías o hacerlo más rentable desde una perspectiva de sostenibilidad y también más visible, pues en la era de la comunicación todo esto suma, no es sólo cuestión de marketing, posicionamiento o conocerse, sino de una mejora en la gestión". El resultado de ese trabajo fue que "nos planteáramos qué representaba el conjunto monumental desde la perspectiva económica". Para ello contaron con el apoyo de La Caixa y del equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona. El efecto sobre el empleo se cifró en 6.000 puestos de trabajo, 500 de ellos directos. En cuanto al impacto económico, éste fue de 500 millones en 2003; siete años después las cifras fueron de 700 millones y 10.000 empleos, a pesar de la crisis.

Gijón no quiso pasar la oportunidad de preguntarle por la antigua polémica sobre si el dinero de la Alhambra se queda en Granada. Villafranca se mostró contundente: "Esa reincidencia en esta idea errónea hay que erradicarla", dijo, y puso como ejemplo el hecho de que en los estatutos se establezca que el director de la Alhambra tiene que vivir en Granada. "La cuenta de tesorería tiene domicilio granadino y todo lo que la Alhambra genera, absolutamente todo, se reinvierte aquí".

En cuanto al presupuesto que maneja el monumento, la directora del Patronato señaló que hace 10 años contaban con 13 millones, mientras que en 2013 ya contaban con 27 millones, dos más de lo previsto. Respecto a los datos de este año, no quiso avanzar una cifra global, pero sí que todos los meses han sido "buenos", por lo que espera un resultado positivo. "Hemos duplicado la cifra en diez años, sin subir excesivamente el número visitantes, sino optimizando los recursos y la forma de visitar la Alhambra, con una política de precios democráticos, ampliando tiendas, difusión valores culturales, aparcamiento, muy pronto la cafetería, o las máquinas que nos rentan". Y comparó el exitoso caso de la Alhambra con otros museos como el Prado, con un déficit de más de 6 millones.

Villafranca se mostró ilusionada con el atrio, que en su opinión será "la Alhambra del siglo XXI". Se convertirá en un escaparate de la provincia, incluida la Costa. Espera que si la tramitación sigue su curso normal, el año que viene se pueda poner la primera piedra del proyecto.

La entrevistada adelantó que ahora están trabajando en el know how, pues "desde la Unesco nos están pidiendo que hagamos trabajos de asesoría". También avanzó que están ahora en revisión de su propio Plan Director, cuyo final se prorrogará hasta 2020. Por último, Villafranca confesó que "el día que no tenga nada que hacer en la Alhambra, me tendré que ir, es más, me querré ir, es obvio, nadie es eterno".