Granada

Rutina y madrugones para evitar quedarse en casa de brazos cruzados

  • Los agricultores continúan trabajando en sus tierras Esperan que se llegue a un acuerdo antes de que comiencen las campañas fuertes

Mientras que en Moscú Vladimir Putin ha tomado la decisión de vetar los productos europeos, el agricultor granadino se sigue levantando temprano para ir a trabajar y continúa con su rutina, acostumbrado a los muchos contratiempos con los que tiene que luchar este sector.

Nadie se ha quedado en casa de brazos cruzados y, en el fondo, confían en que no les repercuta una decisión que se ha tomado a tantos miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, en el fondo, todos se muestran temerosos.

Las fechas en las que se anunció el bloqueo, no han coincidido con las principales cosechas, pues de hecho aún no ha comenzado el año agrícola. Sin embargo, existen algunas producciones de tomate o de subtropicales, como el mango, ya en marcha.

Ayer, en una corrida de fruta y hortaliza de la Costa, Antonio Fernández, llevaba sus tomates, como siempre, para venderlos. "De momento, no he notado de lo de Rusia, porque son los precios tan bajos, que tampoco me entero". Este agricultor continúa recogiendo sus tomates, ajeno al problema, el cual dice no entender muy bien. La mayoría de los tomates que se están comercializando ahora en la Costa, el norte y este de la provincia están destinados a consumo nacional, por lo que -como bien dice- no les está repercutiendo demasiado este asunto.

En la misma jornada, Miguel (prefiere no dar su apellido) entrega una furgoneta cargada de mango, variedad irwing. En esta entrega van unos 800 kilos. Este agricultor trabaja para la comercializadora Miguel García Sánchez, "que tiene unos invernaderos de mango en Puntalón", en una manera de funcionar muy parecida a la de las cooperativas, a pesar de ser lo que se conocía antes como alhóndiga.

"La campaña comenzó hace un par de semanas y, por ahora, no hemos notado nada", ratifica. "Dentro de este pedido, vienen mangos de primera y de segunda; los de primera destacan porque el tamaño es más llamativo que los de segunda, pero son los que tiene el árbol", se muestra de esta forma más preocupado por su producto que por otra cosa.

Ésta es la segunda entrega que realizó en el día de ayer, pues a media mañana trajo otra furgoneta llena, y espera aún llevar una más por la tarde. "Calculo que podré traer al día unos 1.500 o 2.000 kilos de mango", señala.

Miguel también comenta que "yo no sé nada de que el problema con Rusia nos vaya a afectar, eso deberías de hablar con el comercial que es el que lo vende, porque yo traigo aquí la mercancía, sin saber adónde va".

Por su parte, Paco Torres, aunque está preocupado, se muestra optimista. "Yo creo que en dos o tres meses esto se arreglará, porque en invierno seguro que van a necesitar mercancía, aunque hay que tener en cuenta que esto es como la bolsa y que puede haber especulación".

Desde Ekobaby, productora y comercializadora de productos ecológicos, Carmen Rodríguez, afirma que "habrá que esperar a las campañas fuertes, porque aún no se vé ningún movimiento extraño, ni nada raro. También tiene miedo de que "todo el mundo que no haya conseguido vender a Rusia, intentará meterlo a Europa".

Esta empresa motrileña sí vende a Holanda y, aunque les consta que luego parte de esos productos terminaban en Rusia, no sabe ni en qué volumen ni qué mercancía. De todas formas, se muestra cauta: "Hasta que no veamos cómo es el inicio de la actividad o cuál es la necesidad, no sabemos cómo van a ir las cosas". Y se queja de que "es algo que no nos esperábamos y pasa como siempre, que pagamos las decisiones de los políticos los que no tenemos culpa, los que trabajamos todo el día".

Miguel Monferrer, agricultor y además secretario provincial de Coag, está convencido de que "el veto de Rusia repercutirá seguro en el agricultor granadino", porque "cualquier controversia en el mercado se deja sentir en el campo, cualquier estornudo en la UE hace que este producto tan perecedero que, sin embargo, mueve millones de toneladas, se vea afectado".

Así, afirma que el veto se notará sobre todo cuando empiecen las campañas fuertes, en forma de bajos precios, en que no se puedan cubrir los costes, o que se quede el producto sin vender, aunque todavía es difícil de prever todos los efectos.

"Si se lo llevas a la comercializadora y ese producto tiene salida y lo van vendiendo diariamente, se podrá seguir como hasta ahora, pero si no terminarán en una cámara o quién sabe dónde", concluye Monferrer.

Los agricultores continúan en su labor a la espera de que la situación se estabilice y sus productos sean deseados por todos.

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