Granada

La tensión laboral y las protestas públicas triplican las jornadas perdidas por huelgas

  • Los paros en Educación, Sanidad y empresas privadas como Inagra dieron lugar a más de 12.500 jornadas no trabajadas en 2013. Las 22 protestas movilizaron a 1.976 trabajadores.

La crisis no ha remitido, las condiciones laborales no han mejorado y las cuentas de las empresas no han cogido fuerzas. ¿Consecuencia? La conflictividad laboral no ha mermado. Los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en su anuario estadístico son contundentes: en el año 2013 se llevaron a cabo en Granada 22 huelgas, que dieron lugar a 12.526 jornadas no trabajadas, en las que protestaron por su situación laboral 1.976 trabajadores de la provincia de 116 empresas granadinas. Echando mano de la estadística, se concluye que cada uno de ellos dejó de trabajar -y de cobrar- una media de 6,3 días, algo más de una semana laboral.

El caso es que los datos apuntan que la conflictividad laboral no ha hecho más que crecer en el último año. En todo 2012 se convocaron en Granada 12 huelgas -diez menos que en la actualidad, aunque de este dato están excluidos los paros generales- y las jornadas no trabajadas no superaron las 4.167, lo que significa que el número de días perdidos por las reivindicaciones laborales se ha triplicado en apenas un ejercicio.

La cave está en la duración de los paros. No sólo se convocaron más huelgas, sino que las que se celebraron tuvieron mucha mayor duración, como demuestra el hecho de que en 2012 el número medio de jornadas perdidas por trabajador participante (4.406) apenas llegara a 0,9.

Los paros convocados en empresas y sectores granadinos, además, son bastante más abundantes que los que se organizaron durante los años 2011 y 2010, aunque están muy lejos de las 30.500 jornadas perdidas por protestas laborales en 2009 o las 170.300 de 2008, el año en el que comenzó la crisis económica y se empezó a atacar a los derechos de los trabajadores granadinos.

En 2013, las huelgas más relevantes fueron las de Educación, que llenaron las calles de la capital con manifestaciones y concentraciones contra la Ley Wert, y la de Inagra, que paralizó durante 13 días el servicio de recogida de basura de la ciudad por las desavenencias entre sindicatos y trabajadores por la propuesta de la compañía de rebajar los salarios un 7%. También fueron destacables las movilizaciones convocadas en Brassica, en Iberia, en Queronea, las de los monitores escolares o las de los Comedores Universitarios.

Según asegura el secretario de Empleo y Relaciones Laborales de UGT de Granada, Emilio del Pino, las movilizaciones principales se han visto motivadas "por el incumplimiento y el retraso en el pago de los salarios y otros conceptos como descansos, vacaciones y festivos, además del incumplimiento de convenios, así como la presentación de ERE y ERTE".

La cifra de huelgas -que, dejando al margen las de Educación, UGT contabiliza en 13 finalmente celebradas, del total de 56 expedientes iniciados- es "un fiel reflejo" del actual escenario laboral, caracterizado "por la precariedad" y marcado por el "precioso manual de instrucciones para reducir plantillas, incumplir reiteradamente las obligaciones salariales y modificar las condiciones laborales" que introdujo la Reforma Laboral.

En opinión de Del Pino, el hecho de que se haya reducido el número de ERE aplicados por empresas granadinas no es más que una consecuencia de la posibilidad de aplicar el artículo 82.3 del Estatuto de los Trabajadores para descolgarse del convenio colectivo, lo que "deja a los trabajadores ante una situación de desprotección alarmante" que, en algunos casos, "roza la esclavitud". La posibilidad de inaplicar el convenio, aseguran desde UGT, es la excusa ideal del 99% de las empresas que la llevan a cabo para "recortarles a los trabajadores los salarios hasta un 30%.

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