La propuesta del Partido Popular que trata de instaurar una elección directa de alcaldes a partir de las próximas elecciones municipales hubiese alterado el mapa electoral resultante de los comicios precedentes en la provincia de Granada en 2011. Y es que en algunos de sus principales municipios hubiese sido necesaria al menos una segunda vuelta para dilucidar qué formación hubiese accedido a la Alcaldía en caso de que se hubiese aplicado entonces la reforma.

Un nuevo escenario en la arena política granadina, donde el PP saldría como una de las formaciones peor paradas, hecho que se confirmaría según los resultados de las elecciones europeas del pasado mayo. En tales comicios, la fragmentación del voto y la amenaza que se bate sobre el bipartidismo por el creciente desencanto popular son el mejor termómetro de una nueva realidad en ciernes a la que el PP quiere anticiparse con una fórmula que garantice las alcaldías a las candidaturas más votadas.

La propuesta de partida que los 'populares' han hecho llegar al PSOE -y que parte del mismo presidente del Gobierno central- consiste en otorgar la mitad más uno de los concejales a la candidatura que supere el 40% de los votos emitidos en la circunscripción. Eso sí, siempre y cuando esa lista obtenga una ventaja de, al menos, cinco puntos sobre la segunda más votada. Ello permitiría blindar a los regidores electos directos al impedir las mociones de censura. En caso de que el porcentaje no alcanzase el 40%, la propuesta que maneja el PP contemplaría una segunda vuelta en la que los ciudadanos volverían a votar para elegir a su alcalde entre los dos candidatos con mejor resultado originariamente.

Esta nueva fórmula, con la que el PP y el Ejecutivo de Rajoy pretenden dar estabilidad a los ayuntamientos garantizando que sus regidores salgan de la lista más votada y no de posibles pactos y alianzas, rediseñaría el paisaje electoral de la provincia, cuya capital, sin embargo, mantendría su 'status quo'. En la Plaza del Carmen, el Partido Popular obtuvo hace poco más de tres años el 51,05% de los votos, lo que le posibilitó la consecución de hasta 16 concejales, justo el doble de su primer perseguidor -el PSOE logró el 26,77% del escrutinio-. Ahora bien, aplicándola a los resultados de los últimos comicios municipales en las localidades más pobladas, el PP saldría como formación perjudicada ya que perdería las alcaldías, por ejemplo, de los ayuntamientos de Almuñécar o Loja.

Uno de las situaciones llamativas es la del municipio lojeño, donde, en caso de haberse implantado la reforma del PP, se habría producido un vuelco electoral. En 2011, el PSOE obtuvo el 45,42% de los votos y, aunque el PP y Convocatoria por Loja lograron el 37,66% y el 12,86%, respectivamente, una coalición entre ambas formaciones logró apartar a los socialistas de una Alcaldía que ahora ocuparían en solitario como lista más votada.

El de Loja es el único caso entre los grandes municipios de la provincia en el que la aplicación de la propuesta del PP hubiera supuesto un vuelco, aunque en otras corporaciones, en las que se requirió un gobierno de coalición al no alcanzar la fuerza más votada los sufragios necesarios para gobernar en solitario, hubiese sido necesaria la celebración de una segunda vuelta para elegir al primer edil. Son los casos de Almuñécar, La Zubia, Peligros, Lanjarón o Las Gabias, en los que o bien la fuerza política que más votos obtuvo no alcanzó el 40% o bien lo rebasó pero sin sumar al menos cinco puntos más que la segunda candidatura.

En Almuñécar -una de las dos capitales principales de la Costa Tropical- gobierna en la actualidad el PP gracias a otra coalición con el PA. En mayo de 2011, Convergencia Andaluza Almuñécar fue el partido más votado, agrupando el 29,44% de las papeletas frente al 27,77% del PP, al 19,6% del PSOE, al 9,93% de IU y al 9,39% del PA. La unión entre 'populares' y andalucistas permitió entonces a Trinidad Herrera hacerse con el principal sillón consistorial. En La Zubia, la gran ventaja cosechada por el PP respecto a IU no le serviría al quedarse a 0,05% de llegar al índice mínimo que exigiría la nueva medida de Mariano Rajoy.

En lo que respecta al caso del Ayuntamiento de Las Gabias, gobernado actualmente por una coalición PSOE-IU, el resultado de las últimas municipales arrojó un empate técnico entre socialistas y 'populares'. Los primeros, con un 42,71% de los votos, se unieron a IU, que alcanzó el 10,34%. Todo, ante la mirada del PP, que logró el 42,27%.

Pero existe otro caso particular que no se hubiera dado con la iniciativa de Rajoy aprobada. En Armilla, en las últimas municipales, el PSOE contó con el 36,94% de los apoyos recogidos, pero el PP (27,9%) logró la Alcaldía gracias a un pacto con Independientes de Armilla (IDEA), que era la cuarta fuerza más votada con el 8,94% de papeletas. UPyD, con el 15,34%, dio el beneplácito a la unión pero no entró en dicho Gobierno, por lo que los socialistas se quedaron, en un primer momento, sin el poder. A pesar de todo, los acontecimientos se precipitaron. La disolución de IDEA favoreció la aparición de una moción de censura entre PSOE e IU -junto al apoyo de un ex integrante de los independientes- que permitió al socialista Gerardo Sánchez ocupar la casa consistorial armillera como regidor.

Una medida, la de la elección directa de alcaldes, que ya ha sido criticada desde varios sectores y partidos de Granada. No en vano, la portavoz en Granada de UPyD, Mayte Olalla, ya adelantó que no creía que la idea del Ejecutivo de España se llevase, finalmente, a la práctica porque perjudicaría al PP, sobre todo, en Andalucía. Francisco Puentedura (IU), a su vez, dijo que con la decisión no se llegaría nunca a "mayorías estables" capaces de alcanzar acuerdos duraderos. Un precepto sobre el que nadie del Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada quiso pronunciarse.