Granada

Los fiscales aprecian un repunte de la violencia contra ancianos

  • La criminalidad creció un 7% en Andalucía en 2013, donde se incoaron 988.395 diligencias previas La corrupción sigue siendo una "preocupación creciente" de todas las fiscalías

Hace años que la Fiscalía Superior de Andalucía -antes llamada Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía- apostó por la especialización de sus fiscales. Organizó su trabajo en secciones específicas para tratar de dar una respuesta más eficaz a los fenómenos criminales que iban aflorando. Ese esfuerzo para perseguir los delitos con criterios más unificados no sólo se ha traducido en un "resultado positivo" a la hora de perseguirlos y de acabar con la impunidad de algunos de ellos, sino que también permite conocer mejor cómo evolucionan año tras año. Y en éste último, 2013, ha habido ciertas realidades, como un repunte de casos de maltrato a ancianos, que preocupa a los fiscales andaluces.

Así lo refleja la última Memoria de la Fiscalía Superior de Andalucía, facilitada ayer a los medios de comunicación y que tilda de "destacable" el hecho de que despunten investigaciones en relación a la violencia ejercida sobre mayores, cada vez más visible gracias a "la coordinación institucional".

Una de las fiscalías andaluzas que ha alertado sobre esta realidad ha sido la de Granada, que ha percibido "un aumento considerable de denuncias por parte de trabajadores sociales o facultativos hacia la mujer anciana". En la provincia, según el informe de la Fiscalía granadina, preocupa especialmente "la violencia ejercida por los hijos a ascendientes incapaces y de edad avanzada, así como la falta de una solución e implicación de los servicios sociales cuando el agresor es a su vez el cuidador de la persona desvalida".

En Jaén, también se han incoado investigaciones por estas deleznables conductas, mientras que la Fiscalía de Málaga advierte expresamente de la "vulnerabilidad" de los mayores ante el maltrato. Esta fiscalía destaca que "existe violencia familiar a mayores con un contrastado componente de género que se enlaza con otros agresores dentro de la unidad familiar (hijos, yernos, convivientes) y que proyectan aun más la situación de victimización de la persona mayor maltratada".

Señala además que en el caso de las actuaciones de oficio, el maltratado, por los amplios vínculos afectivos y de dependencia unidos a su maltratador, opta por no denunciar. "La impunidad -añade- por tanto aumenta dado que son delitos cometidos con ausencia de testigos y presencia de pruebas bastante periféricas y no de índole directa". Es por ello que la sección especializada en esta matera sigue teniendo como "objetivo prioritario" hacer visibles estas conductas y ya ha sentado las líneas básicas para la futura creación de una Mesa técnica de coordinación de mayores, "que se debería constituir próximamente y donde estarían representadas todas las administraciones implicadas".

La lucha contra la corrupción sigue siendo igualmente "una preocupación creciente de todas las Fiscalías del territorio" y de la propia Fiscalía Superior, que dirige Jesús García Calderón y que ha iniciado diversas investigaciones y apoyado otras que han sido realizadas en algunas fiscalías provinciales". Las nuevas investigaciones que se han iniciado en 2013 han sido "muy numerosas" y "muy graves", y evidencian algo sobre lo que el fiscal superior viene alertando en los últimos años: que los factores desencadenantes de la corrupción política y financiera se vinculan por el incumplimiento de la legalidad administrativa, así como por la falta de desarrollo de labores de intervención en el uso de fondos públicos y la insuficiente fiscalización contable, dando traslado al Ministerio Fiscal de todas aquellas irregularidades que sean detectadas. En este punto, se insiste en que el fenómeno de la corrupción, como forma de crimen organizado en sus manifestaciones más graves, "no es todavía suficientemente conocido para ser combatido con la mayor eficacia". La Fiscalía Superior cree que aún requiere un seguimiento "adecuado y suficiente del resultado definitivo de la actuación institucional", para que se den a conocer a la opinión pública "datos tan esenciales como el importe de los activos que hayan sido obtenidos o recuperados".

En cuanto a la evolución global de la criminalidad en Andalucía, el balance indica que "no presenta cambios especialmente significativos" y, al margen de esos repuntes en formas delictivas "concretas y graves", las cifras de 2013 ponen de manifiesto "una situación de estabilidad sostenida". Exactamente, los juzgados andaluces incoaron 988.395 diligencias previas, un 7% más que en 2012.

La crisis económica, en contra de lo que se pudiera pensar, "no aparece como elemento desencadenante de actividades delictivas masivas". Su influencia sólo es apreciable, según los fiscales, en situaciones muy concretas, como "en el incremento del número de estafas a través de internet, de los abandonos de familia o de las condiciones ilegales de trabajo".

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