Granada

La Justicia no aprueba su 'examen' de septiembre

  • El TSJA confiesa su "preocupación" ante la "necesidad acuciante" de reformas El fiscal superior pide "medios suficientes" para que los fiscales puedan mejorar su labor

Comienza un curso nuevo para todos. También para ellos: los jueces y los fiscales, que celebraron ayer en el Palacio de la Real Chancillería de Granada -sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía- el solemne y ya tradicional acto de apertura del año judicial. En la cita, tanto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, como el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, sometieron a 'examen' los pasos dados en la justicia en los últimos doce meses, y se vieron condenados a repetir, una vez más, reivindicaciones que, pese al paso del tiempo, siguen vigentes.

Del Río, de hecho, comenzó su discurso afirmando que "los problemas de la justicia son los mismos desde hace años", lo que obliga "a estar pendientes de similares deficiencias, necesidades y prioridades". Esta situación, que permanece invariable pese a las periódicas llamadas anuales a un cambio profundo del sistema, sigue suscitando "preocupación" en el alto tribunal andaluz.

Existe, según el presidente, una "necesidad acuciante" de reformas que permitan ofrecer a los ciudadanos un "servicio acorde con el tiempo que vivimos" y, fundamentalmente, con las demandas y legítimas aspiraciones de los justiciables. "La justicia sigue siendo esa eterna asignatura pendiente", subrayó Del Río, que prefirió no entrar a detallar esas deficiencias y disfunciones, ni los compromisos "escasamente" desarrollados con la Administración de Justicia. Sí recordó, a modo de resumen, que son tres los ejes que mejorarían "sensiblemente" la justicia: la modernización organizativa, la modernización legislativa y la modernización tecnológica.

En este punto, el máximo representante de los jueces en Andalucía se refirió a la "intensa" actividad prelegislativa que se anuncia en esta recta final de la actual legislatura, para decir que "estamos nuevamente ante la expectativa de la concreción o no de esas reforma legales proyectadas, anunciadas y reproducidas en multitud de ocasiones anteriores". Alertó, en este contexto, del riesgo "real" de que ninguna de ellas vea la luz antes de que acabe esta legislatura, pese a que los jueces necesitan "realidades a corto plazo". En caso de no obtenerlas, vaticinó que el ciudadano seguirá padeciendo un año más "una respuesta judicial lenta y defectuosa".

No dudó el presidente en este punto en hacer una llamada para que "de una vez por todas, incluyamos la justicia en esa voluntad política de reformas consensuadas". Porque los jueces, que imparten justicia en nombre del pueblo, siguen trabajando "en un contexto de leyes inadecuadas y graves deficiencias organizativas y tecnológicas". Es más, subrayó que "ya es hora de que las necesidades de la justicia no sean pospuestas ni ignoradas" porque el "tiempo es oro" y no hay que perderse en el debate de los aforamientos.

En este marco, el presidente elogió el "esfuerzo personal" de jueces y magistrados en la labor desarrollada este año e hizo menciones concretas. Se refirió, por ejemplo, a las macrocausas relacionadas con la delincuencia organizada y la corrupción, que tildó de "lacra social que mina la credibilidad en las instituciones y socava nuestra democracia". Valoró también la labor realizada en Algeciras (Cádiz) en agosto con la masiva llegada de pateras, y ensalzó el "encomiable" trabajo de órganos sobrecargados, como los juzgados de lo Mercantil o lo Social .

Por su parte, durante su discurso, Jesús García Calderón reiteró el "firme compromiso" de los fiscales andaluces con la imparcialidad, pero "necesitamos -agregó- medios suficientes para mejorar nuestro trabajo. Necesitamos ayuda".

Sobre los cambios necesarios en el sistema, el fiscal superior insistió en que hace falta, en primer lugar, "un nuevo marco normativo, orgánico y procesal", que incremente aún más la independencia del Ministerio Fiscal para que pueda asumir la instrucción de los casos. En segundo lugar, consideró necesaria la creación de una Policía Judicial que sólo dependa de jueces y fiscales, "fortaleciendo -en todo caso- la estructura actual". Y en tercer y último lugar, dijo que es precisa la dotación "urgente" de una serie de medios materiales básicos que faciliten la labor de los fiscales.

En opinión de García Calderón, cada año se impone una realidad radical: "la de una inercia que no resuelve los conocidos problemas del proceso penal español, aunque sí afrontamos algunas reformas más discutibles y menos urgentes". Subrayó así, un año más, la necesidad de contar con un marco normativo propio del siglo XXI -y no del XIX- , y abogó por soluciones que pasan no sólo por adoptar medidas puramente legislativas, sino por "mejoras de gestión", como el ajuste de plantillas, la dotación de nuevos espacios o mejores herramientas de oficina. Para llevar a cabo ese cambio de modelo hay buscar "el mayor consenso parlamentario en lo esencial", así como "contar con un incremento presupuestario en materia de justicia", que además sea "suficiente" para la implantación del modelo y que se pueda sostener durante "uno o varios ejercicios".

No se dejó en el tintero García Calderón hacer referencia a la ansiada nueva sede de la Fiscalía Superior. Su departamento se ubicará en fechas próximas en el antiguo edificio del emblemático Banco de España. En este apartado pidió, sin tapujos, que "no se abandone la rehabilitación pendiente de la totalidad del inmueble" -se ha llevado a cabo la primera fase de la actuación- y "que se aproveche cuanto antes el amplio espacio que proporciona".

Junto a ello, opinó que es el momento de reclamar "con mayor vigor" el desarrollo de la capitalidad judicial. "Granada tiene el deber y la oportunidad de hacer valer esta condición porque a veces casi se oculta o se olvida y tiene el derecho a reclamar una serie de dotaciones y estímulos que quizá se plantean erróneamente como recompensa, cuando deben ser la lógica consecuencia de su condición referencial para la Justicia en Andalucía", manifestó.

La necesidad de medios que tiene el departamento que dirige Jesús García Calderón no es una circunstancia nueva ni desconocida, pero sus reivindicaciones cobran este año una especial relevancia, si se tiene en cuenta que la corrupción se ha convertido en una preocupación creciente en todas las fiscalías andaluzas y que sólo se puede combatir con los medios adecuados.

A las palabras del presidente del TSJA y del fiscal superior permanecieron muy atentos los asistentes, entre los que se encontraban los miembros del Pleno de la Sala de Gobierno del alto tribunal andaluz; vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); el consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera; magistrados, jueces y fiscales de Granada; el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso, y personalidades de la sociedad granadina y andaluza, como el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado.

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