A lo largo del trazado del Metro a su paso por la capital, Albolote, Maracena y Armilla además de la plataforma ya resurgen las paradas que servirán para que, como no puede ser de otra forma, los usuarios suban y bajen de los vagones. El revestimiento metalizado de las mismas ya destaca dentro del mobiliario urbano. Aunque reste un año para que al menos el tramo entre Albolote y Caleta entre en servicio, la clientela potencial ha podido observar en los últimos meses detalles como la distancia existente entre las estaciones, de qué material quedarán instaladas... En definitiva, a medida que los trabajos avanzan a pie de calle se desvelan más secretos.

Los vecinos de Albayda -barrio que tiene como vía principal la avenida Federico García Lorca- han detectado que la distancia entre las paradas ubicadas en el Cerrillo de Maracena y la carretera de Jaén (a las puertas del Parque Norte de Bomberos) es demasiado amplia.

Ante las demandas vecinales, la Junta está dispuesta a dar vía libre a la instalación de una nueva dársena en la calle San Sebastián de la Gomera. La materialización de la decisión no será en breve ya que la idea del Gobierno andaluz es esperar a que el Metro entre en marcha y calibrar así los flujos de viajeros y la cercanía de usuarios potenciales.

En el caso contrario se encuentra la parada situada en el tramo que discurre entre Albolote y Maracena. En el término municipal de esta última localidad, ha quedado esta marquesina que a un lado y a otro del llamado camino de Albolote está rodeada de espacios agrícolas y extensiones de terreno sin edificar.

Se trata de una estación fantasma que no ha visto saldada su misión prevista cuando se ideó el itinerario del Metro. Según ha podido conocer este periódico, en el entorno el plan urbanístico de Maracena contemplaba la expansión del núcleo urbano a través de esas áreas. La crisis económica echó por alto esas aspiraciones. El tiempo dirá si es útil o no que los trenes hagan escala en la zona, en un año habrá respuesta.