Los bomberos del Parque Norte de Granada y la Policía Local evitaron a mediodía de ayer una auténtica tragedia en el barrio granadino de Almanjáyar.

Varios equipos de estos cuerpos de seguridad lograron rescatar, minutos antes de las tres de la tarde, a dos bebés de menos de un año que habían quedado solos en el interior de una vivienda del mencionado barrio de la zona Norte, en las proximidades de la Comandancia de la Guardia Civil. El fuego no tardó en llenar de humo el inmueble en el tiempo en que los menores permanecieron solos en su interior, según confirmaron fuentes de los propios bomberos y de la Policía Local de Granada.

Aunque los niños se encuentran en buen estado de salud, ambos fueron trasladados tras lo ocurrido hasta el Hospital Materno Infantil de Granada, donde estaba previsto que fueran sometidos a un reconocimiento médico, ante la posibilidad de que hubieran resultado intoxicados por inhalación de humo. Fuentes sanitarias indicaron que los dos fueron dados de alta.

Al parecer, la abuela de los menores se encontraba cocinando en el interior de la vivienda, situada en el número 28 de la calle Pedro Machuca de la capital granadina, en compañía de un tercer niño de algunos años más. En un momento dado, la mujer decidió abandonar la vivienda para acudir a un supermercado cercano a comprar, llevándose consigo al mayor de los tres y dejando en la parte alta de la vivienda a los dos bebés, según el relato comunicado desde el Parque Norte de Bomberos, que acudió al lugar tras la llamada de los vecinos. La mujer, según esta versión, habría dejado en ese momento la comida en la hornilla y, quizá por un descuido, el fuego prendió y se originó el incendio. "Un vecino ha sido quien se ha percatado, por el olor, y ha avisado a los bomberos", explicaban a mediodía los testigos.

Rápidamente, tanto los bomberos como la Policía Local y varios equipos sanitarios, lograron entrar en la vivienda y poner a salvo a los dos niños, para posteriormente sofocar las llamas.

Los agentes antiincendios y los policías se vieron obligados a romper parte de una ventana y de la puerta trasera de la vivienda, que se encuentra en obras, para acceder al interior. En ese momento, los servicios sanitarios se hicieron cargo de los pequeños que, según los testigos, fueron examinados en un primer momento por una ambulancia del 061 desplazada hasta el lugar y posteriormente ingresados en el hospital.