Granada

La crisis en la Cámara de Comercio se agudiza y cuestiona su viabilidad

  • No han podido celebrar los dos plenos convocados ayer por falta de quórum Se dan una semana para conseguir más apoyos

Las cosas en la Cámara de Comercio no caminan en el sendero de la recuperación. Todo lo contrario, la crisis interna se agudiza amenazando incluso la viabilidad y la gobernabilidad de la entidad, tocada por dimisiones (ayer mismo hubo otra), conflictos laborales y hasta denuncias por amenazas.

Ayer no pudieron celebrarse los dos plenos convocados en los que se tenían que tomar decisiones vitales para la entidad cameral, entre otras la aprobación de presupuestos, los nuevos nombramientos de gerente y tesorero y los despidos de siete trabajadores. Pero no se consiguió el quórum suficiente, lo que evidencia la división de los miembros del pleno y las tensiones internas entre los empresarios. Sólo se consiguió que acudieran nueve miembros al pleno extraordinario y diez al ordinario, cuando el mínimo para celebrarse es de 14 más 1 de un total de 28 componentes.

Y hubo ausencias justificadas y otras que no, contra las que el propio presidente de la Cámara, Federico Jiménez, arremetió al considerar una "falta de responsabilidad". "A los que han acudido en ejercicio de responsabilidad se lo agradezco. A las ausencias injustificadas les digo que es una falta de responsabilidad". Pero Jiménez lo dejó claro al terminar la jornada: "No me voy a ir, está equivocado quien lo crea", sentenció en respuesta a las voces críticas que aseguran que el presidente se ha quedado solo y que la situación de la Cámara es insostenible con la actual ejecutiva. Jiménez no se siente solo y se ampara en que todas las propuestas están respaldadas por el Comité Ejecutivo. "Es un error pensar en el bloqueo porque se bloquea la institución y el mundo empresarial", dijo.

De hecho, aseguró que si hay grupos que quieren su salida (hay varios empresarios que estarían ya apoyando este boicot y buscando sustitutos a Jiménez), que presenten los 15 apoyos necesarios para hacer una moción de censura. "En ese momento me iré. Mientras, no. Seguiremos trabajando hasta que en enero se apruebe la nueva ley de cámaras, "momento en el que todos estaremos en funciones".

La importancia de las decisiones que tenían que aprobarse en el pleno, algunas de ellas, como los nombramientos, obligatorias por ley, además del tema de los despidos (que los trabajadores consideran una represalia), hizo que los miembros presentes acordaran dar al equipo directivo una semana más para intentar sondear posturas y que en el próximo pleno, que se podría celebrar a primeros de la semana que viene, sí haya respaldo y se pueda dar salida a estas cuestiones. "Todo está con informes jurídicos, firmas de auditores y en regla", dijo Jiménez. Al parecer, los gastos de la Cámara en personal superarían a los ingresos, lo que hace que, de seguir así, se entre en una situación límite para la entidad.

La intención de la presidencia es continuar convocando los plenos hasta conseguir quórum. En el caso de las cuentas, tienen todavía hasta diciembre para poder presentarlas.

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