Con luces y sombras. Como siempre. El mercado de trabajo de Granada no se anima todavía a dar buenas noticias que no haya que matizar de manera inmediata y poner en perspectiva con la que sigue siendo una situación desesperada para miles de familias. La última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística ofrece buenos datos, es cierto, pero no suficientes para hacer olvidar que al cierre del mes de septiembre había en la provincia 161.800 granadinos en situación de desempleo.

La EPA deja claro que el tercer trimestre del año ha sido bueno para el mercado de trabajo. El verano, con toda la contratación extraordinaria que lleva asociada, ha servido para aliviar las listas del paro, para aumentar la cifra de ocupados y dar esperanza a algunos ciudadanos. El paro se ha reducido en 1.800 desempleados respecto al segundo trimestre del año (un 1,1% menos), mientras que la ocupación ha aumentado en 700 personas (un 0,2% más), hasta las 283.900. Y aunque probablemente en estas cifras tenga mucho que decir la disminución de la población activa (ahora hay 445.700 personas en edad y disposición de trabajar, un millar menos que hace tres meses), lo cierto es que se trata de datos que no han sido habituales en esta economía de crisis. Es la primera vez que se reduce el desempleo en un tercer trimestre desde el ejercicio 2007, y la ocupación ha registrado el mayor impulso desde 2011.

Los datos todavía son mejores si en lugar de mirar al trimestre pasado se echa la vista un año atrás, al verano de 2013. En comparación con los datos del tercer trimestre del ejercicio pasado, el paro se ha reducido en 10.300 personas, un 5,9% menos. Se trata de la mejor evolución interanual que se ha registrado en el mercado laboral granadino desde el año 2006, incluyendo en la comparación cualquier trimestre de cualquier año. Es decir, que en los últimos ocho años nunca la caída del desempleo en términos interanuales había sido tan acusada. Por aquel entonces, cuando la crisis todavía no había hecho aparición, el desempleo se redujo un 16,4% al cierre del ejercicio.

En cuanto al número de trabajadores en activo, el de 2014 ha sido el mejor verano de los últimos tres años, ya que en 2011 los 302.500 ocupados que registraba el mercado laboral granadino arrojaban un incremento del 2,5% respecto al mismo periodo del año anterior.

Pero, como siempre, hay luces y sombras. Desde que comenzó la crisis económica el mercado de trabajo ha acostumbrado a los granadinos a dar varias dosis de cal frente a una de arena. Por mucho que se haya reducido el desempleo, Granada sigue estando en los primeros puestos del ranking de los mercados de trabajo más deteriorados de España. Según los datos de la EPA, la tasa de paro de Granada -el peso de los ciudadanos desempleados sobre el conjunto de la población activa-, es la tercera mayor de todo el territorio nacional. Únicamente Almería, con una tasa de paro del 37,5%, y Cádiz, con un 41,3%, sufren una situación peor que la de Granada. Y eso que la tasa se ha reducido en el último trimestre en 0,31 puntos porcentuales respecto a la primera mitad del año y casi dos puntos en comparación con los datos del tercer trimestre del ejercicio pasado.

Pero no ha sido suficiente. De hecho, el descenso de la tasa de paro que ha registrado Granada es muy inferior a la caída media de la media nacional. En España la tasa de paro, situada en un 23,7% (casi trece puntos porcentuales inferior a la de Ganada), se ha reducido respecto al segundo trimestre del año en 0,8 puntos.

Esta comparación, funesta para Granada, dio ayer pie al presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, para asegurar que la "insalvable" diferencia con la situación española sitúa a Granada "en una mala situación para afrontar la recuperación de la economía". La brecha es extrapolable al conjunto andaluz, donde la tasa de paro ha aumentado en 0,5 puntos en el último trimestre y el número de parados ha aumentado en 18.800 personas. "Estas cifras demuestran que en Andalucía las cosas no están funcionando como deberían y que es necesario reforzar las políticas de apoyo a las empresas para que estas puedan volver a crear empleo, porque es la única vía para salir de la crisis".

La postura de los sindicatos tampoco fue nada optimista. Tanto CCOO como UGT aseguraron ayer que los datos puntuales de mejora del mercado de trabajo no pueden explicarse más allá de los contratos "temporales y precarios".

El comportamiento de la ocupación por sectores confirma en buena medida que si no fuera por el empleo extraordinario del sector servicios, los datos del verano tendrían más sombras que luces. Aunque la construcción también ha experimentado un impulso de la contratación, empleando ahora a 200 personas más que el trimestre pasado, hasta las 13.700; es el sector servicios el que ha marcado el tono positivo de la EPA. Las actividades relacionadas con el turismo, el comercio y los servicios a las empresas tienen ahora en nómina a 3.700 granadinos más, lo que arroja un incremento de la ocupación del 1,6%, hasta las 227.700 personas.

En el otro lado de la balanza se encuentran la agricultura y la industria, que en el último trimestre han registrado un comportamiento negativo. Mientras que el sector industrial ha reducido la ocupación un 4,2% (1.000 contratados menos, hasta los 22.900), la agricultura ha registrado una caída en el número de ocupados del 10,1%, expulsando a 2.200 trabajadores y dejando la cifra global de empleados del sector en 19.500.

La secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, aseguró ayer que las cifras de la EPA ponen de relieve "la falta de rigor del Gobierno a la hora de hablar de las cifras de actividad y empleo", que con mensajes "triunfalistas" quiere "enmascarar la gravedad de la situación real del mercado laboral, con un desempleo galopante, unos niveles de precariedad laboral alarmantes y una cobertura de prestaciones en repliegue constante". Además, Martínez alertó de la necesidad de "evitar el abuso de la contratación temporal y a tiempo parcial involuntaria", que está conduciendo al país a "un modelo de desarrollo vulnerable".

Por su parte, el secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, reclamó la necesidad de reforzar la protección a las personas que no cobran prestaciones y que se encuentran en riesgo de exclusión social y de pobreza (97.973 en Granada, según el sindicato), así como apostar por una negociación colectiva orientada a la recuperación de los salarios como "principal factor para activar el consumo interno".