Granada

Carmela, del desayuno al gin-tonic

Carmela

Detrás de la estatua de Yehuda Ibn Tibon, entre la calle Colcha y Pavaneras, en una de las esquinas más privilegiadas del centro de Granada, se encuentra el Restaurante Carmela. Se trata de un rincón único tanto por su ubicación como su interiorismo y ambiente. Con una decoración clásica pero urbana y muy acogedora que aprovecha su privilegiada situación con grandes ventanales y dos terrazas, ofrece un horario de atención al público muy europeo, desde las 8:00 horas hasta las 24:00, desde el desayuno al gin-tonic.

Además de esa oferta para abrir boca, el Carmela pone a disposición de sus clientes una genuina carta llena de intensidad andaluza y color mediterráneo. "Una cocina tradicional pero adaptada a las nuevas tendencias de consumo, desde vegetarianas a celíacas, y en la que todo está, 100%, hecho aquí dentro", cuenta Lorena Arquelladas, la responsable del equipo.

Aunque Arquelladas actúa de portavoz, el equipo que sostiene un horario tan amplio como el del Carmela está formado por 19 profesionales dinámicos, experimentados e innovadores. El proyecto parte de Pepe Fernández, propietario de varios restaurantes en Granada, junto a Carmen Henares.

Y en los dos años que lleva funcionando, el equipo parece entenderse a las mil maravillas a juzgar por la de distinciones que ha atesorado en tan poco tiempo: el Primer Premio del Concurso de Tapas de Granada 2012 y el Premio Especial Maridaje con Cerveza del mismo certamen en 2013, además de quedar en un meritorio segundo puesto en el III Concurso Nacional de Cocina de la feria Gastrotur 2013. En 2014 fue Premio a la Mejor Tapa en la categoría Maridaje con Vino del Concurso de Tapas de Granada.

Entre las propuestas para compartir, destacan sus albóndigas de rape y gambas en salsa de puerros, pulpo a la gallega y los pimientos del piquillo rellenos.

También tienen un surtido de tostas, platos de cuchara como la crema de verduras con crujiente de jamón y un guiso del día. Así como arroces y pastas como el arroz ibérico de presa y chorizo con alcachofas o el parmentier de setas y huevo a baja temperatura.

En el apartado de huevos se puede optar, entre otros, por unas habitas con choco y huevos rotos, un revuelto cortijero o unas alcachofas con foié, virutas de jamón y huevo a baja tempura.

En cuanto a pescados, se puede optar entre un tataki de atún con reducción de soja, o un pulpo asado con parmentier de patata y mojo picón o un bacalao confitado sobre compota de pimientos del piquillo, entre otros clásicos de la oferta del mar. Y de la tierra, hay platos tan clásicos como el rabo de toro estofado, el flamenquín cordobés casero o la presa ibérica con mojo-picón.

Además, las propuestas gastronómicas del Carmela son aptas para cualquier bolsillo, porque el precio medio del cubierto es de 15 a 20 euros.

Se puede optar también por regar la comida por algún vino de la tierra, la especialidad de la casa. Y rematar con algún postre, como un coulant de chocolate (esponjosa magdalena con el interior de chocolate líquido).

Otro detalle de interés para los que se planteen elegirlo como local de desayuno: su surtido de tostadas especiales tienen como denominador común una deliciosa base de pan de Alfacar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios