Teresa Jiménez. secretaria general del psoe en granada

"La Iglesia debe revisar cuál es su papel en la sociedad, el cáncer lo tiene en casa"

  • Los socialistas afrontan las municipales de 2015 con una máxima, "salir a la calle para escuchar a la gente" El empleo, la principal preocupación para la formación liderada por Teresa Jiménez

-Restan seis meses para las municipales, ¿cómo afronta el PSOE este examen?

-Empezamos a trabajar las municipales al día siguiente de las europeas porque nuestra principal baza es el trabajo que hemos hecho en todos y cada uno de los ayuntamientos, ya sea desde el gobierno o de la oposición. Ya están elegidos los candidatos de los municipios de más de 20.000 habitantes y para mediados de febrero tendremos culminado el proceso en los 170 municipios de la provincia. Ahora nos encontramos en un trabajo previo y fundamental para nuestro objetivo, que el PSOE sea la fuerza más votada para ganar los comicios. Elegiremos a los mejores, gente capacitada con vocación de servicio público y dispuesta a trabajar desde la transparencia por encima de las siglas. Además ofreceremos un programa electoral que sea realista pero que genere también ilusión y compromiso. Un contenido que se centrará fundamentalmente en el empleo.

-En esa carrera, ¿qué porcentaje de candidatos están ya definidos?

-Hay muchos municipios que han empezado por ofrecer el apoyo a sus candidatos, aún así ese proceso terminará a mediados de febrero. Nuestro fin es tener las mejores candidaturas y hacerlo por procedimientos democráticos. No somos un partido que elija a los aspirantes a dedo ni con la opinión de un comité nacional. Elegimos a los dirigentes entre lo mejor democráticamente, unos a través de primarias y otros con voto personal y secreto. En eso marcamos la diferencia.

-En la capital la militancia ha vuelto a depositar la confianza en Paco Cuenca. ¿Un premio por la perseverancia?

-Ellos han decidido que el mejor candidato es Paco Cuenca. Un reconocimiento a un trabajo durante cuatro años, de calidad, excelencia y contacto con toda la ciudad. Es refrendar el trabajo que se ha hecho desde el grupo municipal. Además, responde a lo que oímos en la calle y lo que reflejan las encuestas que demuestran que el ciclo del PP en Granada está terminado, al quedar muy en riesgo su mayoría absoluta. La gente rechaza esa política de confrontación que ha tenido el Ayuntamiento con otras instituciones y con todos los colectivos de la ciudad. Quieren cambio y nos dicen que prepararemos la mejor candidatura para ser capaces de darle razones para votar al PSOE. Tenemos serias y fundadas esperanzas, quizá sea el tiempo que esperemos que llegue con Cuenca.

-¿Cree que el rival 'popular' será finalmente Torres Hurtado?

-Es una decisión que tiene que adoptar el PP. Lo que sí parece es que por los nervios que trasladan los 'populares' y las situaciones de tensión que trasladan día tras día entre el alcalde y la dirección provincial del PP parece que tienen muchas dudas y también algunas dificultades. Le pedimos que se aclaren pronto y sobre todo que hagan una campaña limpia. No vamos a entrar en ese juego, creo que cada partido llega a las elecciones con un bagaje y eso es lo que se trata de poner sobre la mesa. Qué hemos hecho y qué queremos hacer por la ciudad. Granada necesita un cambio importante.

-El presidente del PP en Granada, Sebastián Pérez, tachó las primarias en la capital de paripé.

-Que aprenda a hacerlo por lo menos tan bien y tan democráticamente como nosotros. El PP no tiene legitimidad para decir que procesos que han sido abiertos a toda la militancia y que son voluntad de los socialistas granadinos son un paripé. No lo puede hacer quien dice que está esperando a que su candidato lo elija el dedo de la dirección nacional. Hay cosas en las que él debería reflexionar antes de opinar. Tienen unas malas encuestas en la provincia y lo que podemos esperar de él son ataques furibundos, culebrones, descalificaciones... cuando yo creo que en estos momentos la política no se hace con declaraciones sino más bien en la calle y con hechos. El PP y Sebastián Pérez tienen mucho que mejorar.

-A día de hoy, ¿piensa que está el PSOE más cerca de hacerse con la Diputación?

-Estamos seguros de que sí. En estos últimos casi cuatro años se ha puesto la institución al servicio del PP y del presidente Sebastián Pérez. La gente lo ha notado en los pueblos y quiere una Diputación al servicio de los ciudadanos. La gestión actual es ahora mismo rechazada por esta provincia y creo que estamos mucho más cerca de volver a gobernar la Diputación. Y lo que es más importante, de ponerla al servicio de las personas. De dejar a un lado las decisiones sectarias y arbitrarias, de trabajar con todos los municipios por encima de su color político. El sectarismo de Sebastián Pérez le lleva a golpe de cheque a dar siete de cada diez euros a los ayuntamientos donde ellos gobiernan y abandonar al resto de ellos. Creemos en una Diputación que trabaje para hacer mejor esta provincia y crear empleo en ella. En esos dos objetivos ni está ni se le espera al presidente 'popular'.

-José Entrena, Noel López, Gerardo Sánchez... ¿Posibles aspirantes a la Diputación?

-Todos esos y muchos más. Afortunadamente tenemos una cantera municipal excelente pero no toca hablar de nombres. Toca salir a la calle y hablar con la gente.

-¿Cuestión pendiente también para febrero próximo?

-No. Siempre hemos designado a nuestro candidato a Diputación cuando han pasado las elecciones municipales, no antes. Así vamos a hacerlo. A partir de ahí, si tenemos opciones de gobernar empezaremos a pensar en nombres.

-Sobre regeneración política, ¿el PSOE tiene algo que mejorar?

-Estamos haciendo un esfuerzo importante por cambiar. La ciudadanía nos exige a todos los partidos un cambio radical. Lo hemos hecho actualizando nuestras ideas, principios, renovando nuestras direcciones nacional y regional y hay que seguir. Tenemos la voluntad de obtener el respaldo de la mayoría de los granadinos. Hemos hecho ese esfuerzo enorme porque son tiempos duros para la política y la gente quiere respuestas y muchos hechos. Estamos abriendo un tiempo nuevo en el socialismo.

-¿Qué se ha hecho mal para dar pie al descontento social?

-Muchas cosas. Ante esta situación de crisis nos hemos plegado a los dictados de la Unión Europea o Alemania y no hemos pensado en que lo fundamental era la gente. Hemos gestionado mal esta crisis y no estamos siendo capaces de dar respuesta a los problemas cotidianos de la gente. Además, en los últimos tiempos estamos salpicados por muchas dudas sobre la honestidad de los partidos y de las acciones de gobierno. La corrupción nos está haciendo muchísimo daño. Hay un cúmulo de factores que ha hecho que la gente desconfíe de la política y de quienes la hacemos. Lo peor que hemos hecho es no ofrecerle a la gente la esperanza y la certeza de que podemos transformar esta situación. Ahora mismo nos miran con ganas de que les demos razones para volver a confiar en nosotros pero también es comprensible que, en un país en el que cada vez hay más parados con menos derechos, nos miren a los grandes partidos desde la indignación y la necesidad de que cambiemos para dar respuesta. Lo hacemos gobernando de otra manera desde Andalucía y transformando nuestro partido.

-En ese contexto, ¿qué le parece la irrupción de Podemos?

-Ha sabido recoger ese clima de enfado con lo establecido, con lo que ha sido lo clásico en nuestra democracia. Pero al final a la gente se le convence con proyectos políticos y alternativas serias. No basta con recoger la indignación de la gente y con la demagogia. Ha llegado la hora de que Podemos tenga un programa electoral y respuestas concretas a los problemas que tiene este país. Si les preguntas por el paro no dan respuesta, si la cuestión es qué modelo de país quieren tampoco. Les toca mojarse y definirse. La respuesta ante las municipales no ha podido ser más decepcionante, que no concurran a las elecciones es dar la espalda a ese examen riguroso cuando los partidos nos sometemos a la ciudadanía. En cualquier caso el respeto más absoluto a cualquier partido que trabaje democráticamente. Lo que tenemos que hacer es adaptarnos, aprender y estar abiertos a lo que la gente quiera.

-¿Pactaría con Podemos?

-Vamos a salir a ganar. Si en algún ayuntamiento tenemos que dialogar con otras fuerzas políticas para lograr un gobierno estable lo vamos a hacer. Eso sí, sobre la base de un programa común. Ahora mismo no es tiempo de hablar de pactos, es el momento de convencer para que los granadinos nos brinden su voto. Cuando pasen las elecciones veremos a ver en qué queda.

-¿Descarta una alianza con el PP para frenar ese fenómeno?

-Totalmente, el PP está a años luz del PSOE. No sólo por lo que significamos cada fuerza ideológicamente si no porque no hay proyecto político que tenga zonas comunes. No creo en esa solución contra natura.

-¿Qué opinión le merecen los numerosos casos de corrupción?

-Todos los políticos tenemos que pedir disculpas a la ciudadanía porque es evidente que hay cosas que no hemos hecho bien. Con pedir perdón en este momento no es suficiente, tenemos que demostrar con hechos que estas situaciones que se han producido en gobiernos y partidos no deben volver a producirse. Los partidos tenemos que mirarnos dentro para limpiar nuestras casas. El PSOE es un partido que se gestiona con absoluta transparencia. Somos diferentes. Aquí quien la hace la paga y con su dinero.

-¿Mantiene la tolerancia cero en el caso de los ERE?

-Susana Díaz está demostrando que no sólo con palabras está atajando este caso. Hay que dar pasos y desde luego apoyo su idea de que cualquier persona implicada en un caso de corrupción debe abandonar su escaño una vez que el TSJA o el TS decida su imputación. Creo firmemente en que Chaves y Griñán así como otros compañeros, son absolutamente inocentes. El tiempo pondrá las cosas en su sitio y va a demostrar su inocencia. Lo que hace falta es que ese tiempo sea ya.

-Problemas también en la Iglesia.

-Es deplorable que el Arzobispado granadino sea noticia por presuntos abusos sexuales a menores. Rechazar esos comportamientos y pedir a la Iglesia que depure ya todas las responsabilidades. Me parece deleznable utilizar a niños, abusar de ellos sexualmente y hacerlo además en el marco de una iglesia y una fe. Hay que pedirle al arzobispo mucha contundencia, no basta con tapar y apartar. Tienen que depurar muchas responsabilidad y tienen que poner en manos de la justicia todos estos casos porque no debemos conformarnos con el silencio que es cómplice. La Iglesia tiene que revisar cuál es su papel en la sociedad. No se pueden dar todos los días lecciones de moral y de ética cuanto tienes el cáncer en tu casa.

-Estos días otro tema polémico ha sido la Alpujarra.

-Lo ocurrido es la muestra más clara de la incapacidad del presidente de la Diputación. Desde el primer día que se anunció el proyecto, el PSOE ha actuado con toda la lealtad del mundo. Hemos colaborado en lo que se nos ha pedido. No ha hecho mucha falta para convencer a la Junta de que la Alpujarra reunía suficientes requisitos para ser Patrimonio Mundial. También hemos avisado de que el proceso se estaba haciendo sin escuchar a los ciudadanos y a los ayuntamientos. A medida que se acercaba el momento de esa declaración, había en la comarca un sentir diciendo que ni Sebastián Pérez por pasar allí las vacaciones ni Teresa Jiménez por haber nacido en ella, teníamos derecho a decidir sin los alpujarreños cuál es el futuro de la comarca. No hay que echarle la culpa a nadie, ni inventarse culebrones además con un guión tan malo. Toca reconocer los errores, corregirlos y mejorarlos. La Alpujarra no se va a acabar en mayo sea cual sea el gobierno de la Diputación.

-¿Pero la Junta tenía que decidir entre Córdoba o Granada?

-La Junta ha demostrado que ha trabajado con absoluta lealtad a este proyecto. De hecho, ha completado lo que Sebastián Pérez no ha querido enseñar. Él ha mostrado que la Junta mandó el expediente de Medina Azahara pero ha ocultado que también envió el de la Alpujarra. Es más, esta propuesta era conocida por el Ministerio desde 2013. Que le pregunten a su Gobierno y al subdelegado, quien tampoco puede poner su cargo al servicio de la mentira del PP. ¿Ha sido un error, un olvido? Yo no puedo contestarlo, debe hacerlo Sebastián Pérez pero que no mire para otro lado, el problema lo tiene dentro. Lo que tiene que hacer es arreglarlo para sacar adelante el proyecto entre todos.

-¿El rector ha reprochado la lealtad dispar en los implicados?

-Creo que se debe referir al PP o a la Diputación. No se a quien se refiere. Lo que sabe el rector es que el PSOE y la Junta siempre han sido leales, se ha demostrado con papeles.

-¿A partir de ahora qué?

-Dejar que los alpujarreños participen para sumar la voluntad de todos. Hay que corregir lo que no se ha hecho bien. No podemos decidir por los granadinos, es tiempo de participación. Esta forma de proceder hace mucho tiempo que está archivada y no corresponde para tiempos democráticos.

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