Granada

La producción científica 'resiste' pese a la caída de la inversión

  • El Instituto de Investigación Biosanitaria agrupa los trabajos de hospitales y de la Universidad

Las embestidas de la crisis han dejado tocada a la investigación en todo el país por los recortes de las ayudas públicas y la reducción de la financiación privada a los estudios de I+D. Pero no la ha hundido. En Granada, tanto la creación de grupos de investigación como la producción científica 'resisten' a este duro golpe y continúan avanzando poco a poco. En total hay 83 grupos de investigación: 57 consolidados que trabajan de forma individual, 17 en programas de cooperativas del Instituto de Salud Carlos III, 8 en CIBER Y uno en el Plan Andaluz de Investigación.

Así se desprende de la memoria del Instituto de Investigación Biosanitaria (IBS) de Granada referente al año 2013 y publicada hace unas semanas. Un documento que servirá para acreditar el trabajo del Instituto de cara a la próxima acreditación por parte del Instituto de Salud Carlos III.

Según el director científico del Instituto, el investigador Nicolás Olea, "la producción científica no ha disminuido" aunque sí es verdad que se consiguen "inversiones mayores en un número menor de grupos", por lo que la competitividad ahora es máxima y es fundamental el trabajo en red y la innovación del proyecto para poder captar la atención de los inversores.

El Instituto aglutina todo el trabajo investigador que se realiza en el Hospital Virgen de las Nieves, en el Clínico San Cecilio, en los centros de Atención Primaria, en la Universidad de Granada y también en la Escuela Andaluza de Salud Pública. El año pasado contó con un presupuesto de 5,3 millones de euros.

De los fondos que consiguen los proyectos de investigación granadinos, el IBS ha captado algo más de 2 millones de euros de fondos públicos, de los que el 53% son de las convocatorias de competitividad de la Consejería de Salud; el 35% de la convocatoria nacional del Plan de Investigación Salud 2013; y el 12% de Europa. De los financiadores públicos, el Carlos III apoya 9 grupos, el Ministerio de Interior uno, la Consejería de Salud 19 y la Comunidad Europea, dos.

En general, se consigue un 20% de media de la financiación que se solicita por parte de los grupos a las convocatorias de ayudas, una media similar al resto de institutos.

Por otro lado está la iniciativa privada, que tiene casi el mismo peso que la pública y que financió el año pasado la investigación granadina con 2,5 millones de euros. De esos fondos privados, el 59% son donaciones; el 21%, ingresos por convenios de colaboración y el 19%, ingresos por ensayos clínicos.

Los ensayos clínicos sí se han visto reducidos respecto al año anterior y en 2013 se contabilizaron 45 ensayos nuevos mientras que en 2012 fueron 52. Además, comenzaron 57 estudios observacionales.

Para conseguir los fondos y crear una investigación fuerte en Granada, los grupos están centrados en cinco áreas: cáncer (18 grupos); enfermedades sistémicas, cardiovasculares y neurológicas (31); enfermedades hepáticas, digestivas e infecciosas (11); enfermedades endocrinas y metabólicas (12) y terapias avanzadas y tecnologías biomédicas (11).

El periodo medio de ejecución de un proyecto está fijado en 1,97 años.

La producción es fundamental y por un lado están las patentes, de las que se han conseguido tres contratos de licencia de explotación más cuatro patentes nuevas (que ya suman 22 en todos los grupos del instituto), y por otro los convenios de I+D+i con empresas, que han alcanzado la decena. Además están las publicaciones, que también son un indicativo de la posición de Granada en el sector científico. De las publicaciones, el 50% tienen como primer autor a un grupo de investigación del IBS y el otro 50% son coautores. También se ha participado en 44 tesis doctorales.

Todo esto hace que Granada destaque respecto al resto de institutos de investigación sobre todo "en transferencia", matizó Olea, quien dijo que es clave la participación de la base hospitalaria, de los clínicos que ven a los pacientes, es decir, la "aplicación clínica", destaca el director científico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios