Granada

El fin de la renta antigua echará el cierre a 500 negocios granadinos

  • Una nueva plataforma de afectados pide a Fomento otra moratoria de la LAU

El fin de la moratoria de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) el próximo 1 de enero de 2015 amenaza de muerte a medio millar de comercios granadinos. La entrada en vigor de la ley en todos sus términos supondrá, en la práctica, el final de buena parte de los alquileres de renta antigua, lo que dejará en una situación extremadamente delicada a los negocios que ahora disfrutan de esos moderados precios de alquiler. Así lo denunció ayer la recién formada Plataforma de Comerciantes, Industriales y Profesionales Afectados por la Extinción de la Renta Antigua, que se presentó ayer oficialmente y que pidió una nueva moratoria en la aplicación de la LAU.

La petición de esta plataforma se suma a la que ya protagonizaron la asociación 'No al cerrojazo', la Junta de Andalucía o el propio Ayuntamiento de Granada, que ya han pedido al Ministerio de Fomento un nuevo aplazamiento de la entrada en vigor de la Ley, que lleva 20 años de moratoria. "El objetivo es impedir la destrucción masiva de empleo que impondría la entrada en vigor de la normativa, tanto en los centros históricos de las ciudades como en las zonas turísticas", explicó ayer Javier Gutiérrez, socio del despacho de abogados Martínez Echevarría, representante legal de la plataforma.

Según la organización de afectados, la LAU no entró en vigor en todos sus términos en 1994 "atendiendo a la situación económica que sufría el país en esa época", así que una nueva moratoria estaría más que justificada habida cuenta de que "la situación económica que vivimos ahora es bastante peor" que la de hace 20 años. "Los negocios familiares, de barrios históricos, la mayoría de las veces regentados por personas de larga trayectoria que han resistido la crisis económica más fuerte jamás conocida tras la Guerra Civil son auténticos héroes empresariales que difícilmente pueden soportar un nuevo zarpazo en forma de ley a partir del próximo mes de enero", explicó Gutiérrez.

La entrada en vigor de la Ley no supondrá el cierre automático de los comercios, pero sí que los pondrá entre la espada y la pared. ¿El motivo? Pues que en la práctica se traducirá en el aumento del precio del alquiler de los locales, de forma "que muchos actuales arrendatarios no podrán soportarlo" y tendrán que echar las persianas y despedir a sus trabajadores. En el caso de Granada, los alquileres, aseguró la plataforma, podrían multiplicarse por diez en sólo unas semanas, lo que "aumentaría la asfixia económica que ya padecen este tipo de comercio en la actualidad provocada por la crisis".

La plataforma advierte de que el fin de la renta antigua no sólo pondrá en jaque al comercio tradicional, sino que también afectará al sector turístico. La aplicación de la nueva normativa, indicó Javier Gutiérrez, supondrá "una grave transformación de los actuales cascos antiguos de las ciudades", que verían transformada "su identidad" con la desaparición de los pequeños comercios y su sustitución por cadenas, franquicias y grandes superficies.

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