Granada está logrando a duras penas mantener sus cifras de población por encima de los 900.000 habitantes pese a la 'fuga' de granadinos que cada día eligen buscar suerte en otra provincia o directamente en el extranjero. Pero no hay que cantar victoria. La población residente en la provincia sigue bajando desde enero de 2012, cuando se registró el máximo en la provincia desde 2002 con más de 922.000 habitantes. Desde entonces los datos de población bajan pero tímidamente haciendo que se mantenga el padrón en una misma franja. Según los datos publicados ayer por el INE, a julio de 2014 Granada contaba con 919.663 habitantes, apenas 821 menos que en enero de este año y 2.797 menos que en el pico de población registrado en 2012.

Pero este mantenimiento de la población no se corresponde con la salida continua de granadinos que se han visto obligados a emigrar por la crisis. Según los cálculos, unos 1.311 al mes en este año, por lo que la inmigración, el aumento de la natalidad y la contención de estas 'fugas' respecto a años anteriores están colaborando al mantenimiento de los datos.

Los movimientos migratorios de la población están siendo muy importantes en estos años de crisis por el aumento de la salida de los jóvenes y la reducción de la inmigración.

Según los últimos datos del INE actualizados a julio de 2014, en el primer semestre del año 1.985 granadinos han salido al extranjero, la mayoría motivados por la búsqueda de un empleo o un futuro mejor. Son unos 330 al mes, que se suman a los miles que ya han hecho las maletas y fijado su residencia en otro país desde que comenzó la crisis en 2008. Desde ese año, 19.630 granadinos se han marchado al extranjero, la mayoría a países de la Unión Europea. La tendencia a la emigración ha ido creciendo sin freno desde 2008 hasta alcanzar el año pasado los 4.559 emigrantes, según los datos definitivos del INE. En el primer semestre del año han sido casi 2.000. Si se mantiene esa tendencia en el segundo semestre, este año podría ser el primero de la crisis en el que se reduce la salida de granadinos al extranjero. Pero para saberlo todavía hay que esperar.

Pero no sólo perdemos población porque los granadinos salgan al extranjero. Es importante también la movilidad interior (entre provincias españolas), superior incluso a la emigración extranjera. Según el INE, en el primer semestre de 2014 han salido de Granada a otras provincias españolas un total de 5.884 personas, unas 981 al mes. Desde que comenzó la crisis, la migración interior ha afectado a 73.331 granadinos.

Entre los que se han marchado al extranjero y los que han optado por otras provincias, Granada ha perdido en los años de la crisis casi 93.000 personas.

Pero también ha ganado población a través de la inmigración. En el primer semestre del año 1.842 extranjeros se han asentado en la provincia, una cifra mucho más baja a la de antes de la crisis. Siguiendo la tendencia de inmigración, Granada podría cerrar el año con más de 3.600 inmigrantes residentes en la provincia, una cifra ligeramente superior a la de los dos años anteriores pero todavía lejos de los 7.504 que llegaron en 2008.

También hay españoles que han decidido moverse a Granada como lugar de residencia. Así, la provincia ha recibido en el primer semestre del año a 5.041 nuevos residentes 'nacionales'. En 2013 fueron 9.452 y desde que comenzó la crisis en 2008, 68.290.

Con todo, la diferencia entre los que salen y los que entran sigue siendo negativa y Granada pierde todavía más población por la emigración que la que gana por la llegada de nuevos residentes de otras ciudades o países. Así, el saldo migratorio (diferencia entre los que entran y salen) en el primer semestre del año ha sido de menos 142 personas. El año pasado fueron 1.182 personas menos.

Los datos de población a nivel nacional también son significativos para analizar los movimientos de personas por la crisis. Así, según los datos aportados por Efe, el número de españoles que opta por abandonar España para afincarse en otro país en busca de un futuro mejor continúa aumentando y, en el primer semestre del año, fueron 42.685 los que decidieron probar suerte fuera, un 15,5 % más de los que lo hicieron en los seis meses anteriores.

Entre enero y junio, 206.492 personas, entre españoles y extranjeros, han dejado España frente a las 156.066 que han llegado, lo que generó un saldo migratorio negativo de 50.426 personas, suavizado por el crecimiento vegetativo positivo de 2.280 personas (diferencia entre 208.791 nacimientos y 206.511 defunciones) y que hizo que la población total se redujese en 48.146 personas.

Así, a fecha 1 de julio, la población de España se sitúa en 46.464.053 habitantes, lo que refleja el continuo descenso iniciado en 2012, según los datos de la Estadística de Migraciones difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los principales países elegidos como destino por los españoles que salen son Reino Unido, donde emigraron 4.802, Francia (4.417), Ecuador (4.318), Alemania (4.001) y Estados Unidos (3.168). En el caso de Ecuador, se trató fundamentalmente de población que no había nacido en España y de menores de 15 años, es decir, ciudadanos que habían adquirido la nacionalidad española junto a sus hijos.

El número de españoles que opta por marcharse no ha dejado de crecer, al menos desde 2008, cuando comenzó la crisis económica y con ella la dificultad de acceder a un puesto de trabajo, aunque el INE no tiene cifras de ejercicios anteriores.

Seis de cada diez españoles de los que se fueron entre enero y junio de este año han nacido en España (27.026) y prácticamente la mitad (22.131) son hombres y el resto (20.553), mujeres.

En cuanto a los españoles que han decidido regresar, sumaron 17.951, de los que 9.250 eran extranjeros con nacionalidad española. También en este caso el reparto por sexo fue bastante homogéneo (51,5 % hombres y 48,5 % mujeres) y principalmente procedían de Venezuela, Cuba, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Según estos datos, el saldo migratorio de los españoles se redujo un 31,6 % en comparación con los seis meses anteriores, debido a la leve disminución de las llegadas y al aumento de las salidas. El saldo migratorio total de la primera mitad del año fue un 54 % inferior al del semestre anterior.

Entre enero y junio también se ha moderado la salida de inmigrantes, que ha caído un 71,7 %. Por nacionalidades, el colectivo más numeroso que llega a España procede de Rumanía (16.323), Marruecos (11.680), Italia (7.592) y Reino Unido (7.336). Y entre los que salieron también destacan los rumanos (25.890), los marroquíes (19.151), los ecuatorianos (7.896) y los bolivianos (7.564).

La edad de los extranjeros que se marcharon se concentró entre los 20 y 39 años, en su mayoría varones.

Según Estadística, el descenso experimentado por la población española en los seis primeros meses ha sido del 0,28 % en comparación el mismo periodo del año anterior, cuando la caída fue del 0,46 %, lo que indica una moderación en el ritmo anual de pérdida de población.

El INE también difundió ayer los datos definitivos de 2013, un año en el que la población decreció en 215.691 personas y en el que destacó el crecimiento de la población de nacionalidad española 179.929 habitantes debido al proceso de adquisición de nacionalidad española al que optaron 225.793 personas.