En el 2014 ha habido avances en el hospital del PTS pero no el fundamental, su apertura completa después de 11 años, por lo que habrá que esperar de nuevo para 2015 para verlo funcionando al 100%. Pero se han producido avances que no se veían desde que comenzó la crisis: se ha recepcionado la obra, se ha desbloqueado el presupuesto de la licitación del equipamiento con los permisos de Hacienda, se le ha puesto nombre, se ha firmado la orden para la fusión de hospitales y creación del complejo hospitalario Granada, se han abierto 27 licitaciones para el nuevo centro y se ha trasladado el primer servicio: laboratorio. Pero incluso está en el aire todavía que la apertura pueda ser en los días que quedan del año, como prometió Salud, ya que aunque el laboratorio está montado y todo preparado para comenzar a funcionar con este primer servicio, a día de hoy no ha llegado la licencia municipal de apertura, por lo que el centro sigue cerrado por ahora.

Granada se tendrá que conformar con una apertura por fases del hospital que llegará hasta verano de 2015. Tras el laboratorio irá diálisis y las consultas externas y así servicio tras servicio hasta los últimos en mudarse: UCI y Urgencias.

Tampoco se ha conseguido este año cerrar la adjudicación del equipamiento a alguna de las tres empresas participantes en el diálogo competitivo abierto por Salud: General Electrics, Siemens y Philips. Lo que Salud sí consiguió fue el visto bueno del Ministerio de Hacienda para asegurar que los más de 60 millones de euros de equipamiento no van a computar como deuda en un único ejercicio sino que se distribuirán en los ocho próximos años, periodo de vigencia del contrato de adjudicación de dotación y mantenimiento a alguna de estas tres empresas. Pero todavía no se ha decidido la ganadora.

En el tema económico, también ha habido polémica con el Ayuntamiento después de que el concejal de Economía asegurar que la inspección municipal había detectado en una campaña especial contra el fraude tributario que Salud debe 2 millones de euros al municipio por impuestos y tasas impagadas. Todo por un sobrecoste en la construcción del hospital de 70 millones de euros ya que en el inicio del proyecto se calculó una inversión de 80 millones que finalmente ha alcanzado los 150. Esta acusación de fraude ha levantado también en las últimas semanas del año un revuelo político y un cruce de acusaciones entre Junta y Ayuntamiento.

En este cruce de acusaciones lo que está en el aire a día de hoy es todavía la licencia de ocupación. Un problema en el saneamiento del hospital, que necesitaba una ampliación para garantizar los vertido en el futuro, ha hecho que los técnicos municipales no den todavía permiso para entrar.

Lo que sí tiene por lo menos es nombre, en lo que tampoco faltó la polémica, como todo lo que rodea al hospital. Salud decidió que se llamará Alejandro Otero, lo que hizo que la oposición (PP) abriera un debate político y amagara incluso con un "veto cívico" a modo de protesta.

En definitiva, otro año más de polémicas para un hospital que es ya la eterna aspiración de Granada.