"Las obras acabarán a finales de año". Dicho y hecho. Esas declaraciones las hizo el delegado provincial de Fomento de la Junta, Manuel Morales, el pasado 21 de abril cuando se reanudaron tras 123 días paradas las obras del Metro en la confluencia de avenida de América y la calle Andrés Segovia. El tiempo ha confirmado la promesa dada a unos vecinos y comerciantes que han convivido resignados con vallas, aceras estrechas y otros impedimentos durante casi una década.

El anuncio hecho ayer por el delegado de Fomento devuelve la tranquilidad y perspectivas de futuro a todo un barrio. "Ya era hora de que finalizaran, entre unos y otros poniendo pegas por un lado y por otro llevamos casi diez años con obras", expresó ayer Antonio Ruiz, presidente de la Asociación de Vecinos de Zaidín-Vergeles.

Eso sí, para ver pasar los vehículos habrá que esperar más de un año. No obstante, para los que a diario utilizan estas arterias del barrio para desplazarse les parecerá mentira las comodidades de las que ya gozan. Ruiz se congratuló ayer de que "ya se puede circular y los comercios no tendrán problemas para que la gente pueda comprar". Un síntoma que ya constató este periódico hace menos de un mes entre el tejido empresarial de la zona. La vida empieza a cambiar, al menos la nueva situación ya es un paso importante.

Morales aprovechó ayer para cursar una visita a pie de calle y junto a los representantes del barrio conocer de primera mano el resultado de las tareas emprendidas en los últimos días. El reasfaltado de las calzadas, la reposición del acerado y el remate a la plataforma del Metro son algunos ejemplos.

"Hemos cumplido con un gran esfuerzo por parte de todos", dijo el delegado quien apuntó que la obra civil "ya está acabada". De este modo, el Ayuntamiento de la capital tendrá ahora que tramitar la recepción de los trabajos y "cuanto antes" conectar el alumbrado público de las calles.

Los próximos tres meses (hasta marzo) los operarios del Metropolitano se dedicarán a la instalación de servicios. Una labor que como indicaron los técnicos, "apenas tendrá repercusión para los viandantes". La curva del trazado se verá despejada de catenarias como ocurre por ejemplo en La Caleta para dar así una imagen más "despejada" del espacio. Un resultado con el que los vecinos "están encantados", señalaron.

En cuanto al urbanismo, la sensación de provisionalidad que abundaba en el acerado ha desaparecido. Desde la plaza Fontiveros hasta llegar al cruce de Andrés Segovia con avenida de América se ha decentado la mediana y las carencias de las zonas peatonales se han corregido. Lo mismo ocurre hasta llegar a la calle Palencia, donde el espacio dedicado al Metro copa todo el protagonismo. A la vez se ha conseguido la amplitud justa a ambos lados de la vía.

A día de hoy, los obreros trabajan en los últimos metros de Andrés Segovia antes de acceder al bulevar de Carlos V. En esa gran rotonda se construye en la actualidad una fuente, dividida en dos tazas, que sustituirá a la que anteriormente ocupaba todo el diámetro de la glorieta. Una decisión que parte tras un acuerdo entre la Junta, Ayuntamiento y vecinos.

Otra de las novedades que presenta el Metro es la boca de la estación soterrada de Alcázar del Genil en el Camino de Ronda. Si hace unos días se informaba de los primeros pasos de su instalación. Ya luce por completo en el exterior. El edículo -como técnicamente se le conoce a esta estructura- consta de metal y cristal en sus materiales. A través del mismo, los futuros usuarios de este medio de transporte descenderán al vestíbulo de esta parada singular que cuenta con los restos de un albercón nazarí plenamente integrados en el entorno.

Como esa arquitectura habrá otras diez más repartidas entre las estaciones de Méndez Núñez, Recogidas y Alcázar del Genil. Todos ellos contarán con escaleras mecánicas y pedestres. La accesibilidad para personas de movilidad reducida se mejorará mediante la instalación de ascensores, también en ambos márgenes de la calzada.

Las bocas cuentan con una arquitectura singular. Están constituidas por dos vigas principales de acero inoxidable dispuestas en ménsula, ancladas a la cimentación por su extremo inferior mediante placas de anclaje de acero fijadas con pernos y tornillos. Los accesos ocuparán una superficie de 9,30 metros de largo, con un ancho variable en torno a los 3,5 metros. El nombre de las estaciones estará situado en las chapas de acero inoxidable que, por otro lado, colaboran en la rigidez estructural de los edículos y conforman la cubierta y el falso techo interior de las marquesinas.

Ahora mismo, el punto con más retraso de todo el itinerario del Metro es el subtramo de la estación de Renfe. Como ya informó Granada Hoy en su edición del pasado jueves, las obras ya han entrado dentro de los terrenos propiedad de Adif, para comenzar a perfilar el área por donde atravesarán las vías la terminal ferroviaria para conectar los extremos que ahora mismo mueren en la avenida de Andaluces y en los Paseíllos del campus universitario de Fuentenueva.

Cofinanciado con fondos Feder, el Metropolitano de Granada tiene un trazado de casi 16 kilómetros de longitud que discurren y vertebrarán el eje Norte-Sur de la capital granadina y su Área Metropolitana al discurrir por las localidades de Albolote, Maracena, Granada y Armilla. Las previsiones apuntan a que, durante el primer año de explotación, cuente con una demanda de once millones de pasajeros. En el segundo semestre de 2015 se estrenará parcialmente.