Granada

2014, el año del ¿cómo se llega a ...?

  • Los cambios en el sistema público de autobuses han sido, sin duda, el tema del año en el ámbito municipal Las modificaciones han sido tan profundas que, seis meses después los ciudadanos todavía están intentando adaptarse El infarto de cerebelo que sufrió el alcalde en el mes de junio alejó a Torres Hurtado de la vida política durante tres meses

Si los vecinos de Granada tuvieran que definir el año 2014 con una palabra, ésta sería LAC. Tres letras que han traído de cabeza a los viajeros durante buena parte del año. La remodelación del sistema de transporte urbano ha introducido cambios tan profundos que, en los últimos seis meses las conversaciones de los granadinos han girado irremediablemente en torno al nuevo sistema de transporte urbano. Y no siempre para bien.

El 29 de junio, la ciudad daba expectante la bienvenida a los nuevos autobuses de alta capacidad. La novedad pronto dio paso a la indignación ante un sistema que enredaba la movilidad, especialmente en los barrios, obligando a los vecinos a hacer hasta tres transbordos para llegar de una punta a otra de la ciudad. Para aplacar ese descontento el área de Movilidad fue limando asperezas que apagaran el enojo de los vecinos. La concejal encargada del área, Telesfora Ruiz, reconoció desde el principio que el cambio no iba a ser fácil puesto que la resistencia natural al cambio hace que las personas solo vean la parte negativa cuando se alteran sus rutinas diarias. Aún así apuntó que se harían los cambios oportunos hasta pulir el sistema.

Y hubo que hacerlos, aunque no llegaron hasta finales de noviembre. Tres nuevas líneas de alto recorrido se sumaron al sistema LAC conectando la ciudad de norte a sur por el camino de Ronda sin necesidad de hacer transbordos. Una decisión que, de momento, ha hecho que el autobús deje de ser la conversación principal de los granadinos.

El verano traería otra noticia de calado para la ciudad. El día 8 de junio el alcalde, José Torres Hurtado, entraba en el hospital tras haber sufrido un infarto de cerebelo. Hubo que esperar tres días para que el presidente del Partido Popular de Granada, Sebastián Pérez, pusiera nombre a la dolencia del alcalde después de que se afirmara en varias ocasiones que lo que había sufrido eran vértigos. Esta contrariedad en la salud del alcalde lo mantuvo fuera de la vida municipal durante cerca de tres meses. Tiempo durante el cual algunos vaticinaron un cambio en la vida política de José Torres Hurtado. No fue así y el 3 de septiembre reapareció en público "contento y con más fuerzas", dispuesto a presentarse a las elecciones municipales de 2015 y confiado en el resultado. "No tengo empacho en decir que repetiré con otra mayoría absoluta", dijo entonces. Termina el año sin que sepamos quién será el candidato del PP a la Alcaldía de Granada y sin saber si su partido confía en él para liderar este proyecto.

Sí volvió el alcalde con una sensación y con un reproche que ha sido hilo conductor de muchas de sus intervenciones: la judicialización de la vida política por parte de la oposición a cuenta del caso del Cerrillo de Maracena y del Serrallo. Hasta tal punto que el portavoz municipal, Juan García Montero, llegó a culpar a la oposición de la enfermedad del alcalde. "Agradable no fue... que eso fuera causa de mi enfermedad, no lo creo, pero tampoco es beneficioso", dijo. Durante este año el alcalde ha mostrado su disconformidad con este proceder, señalando el daño que se le hace a la ciudad, sobre todo tras conocer el auto que desestimó la querella del PSOE por un convenio urbanístico a cuenta de la construcción del Palacio de Hielo.

Este año también hay que mencionar a las cuevas de San Miguel en este balance anual. Y es que uno puede perderse de la ciudad, volver años después y encontrar los mismos temas en la agenda política. Parecía que este año sería el definitivo para arreglar los problemas de seguridad que acarrea a la ciudad la ocupación de las cuevas del Cerro de San Miguel en el Albaicín. Tras siete años de intentos, a las siete de la mañana del 20 de marzo entraron las máquinas excavadoras del Ayuntamiento a la zona, acompañadas por medio centenar de agentes dispuestos a cerrar de una vez por todas este capítulo. Se cerrarón las cuevas, sí, pero pocos días después los insistentes moradores volvieron a abrirlas. En el mes de mayo la comisión de Patrimonio de la Delegación de Cultura de la Junta prohibía a Urbanismo sellar con hormigón las cuevas ya que esta actuación "drástica" no cumple con las garantías de protección a las que está sometido este entorno. Así que vuelta a empezar.

En el capítulo económico el Ayuntamiento renegoció la deuda de 107 millones para hacer frente al plan de pago a proveedores, lo que supondrá un ahorro de 4,5 millones. Claro que la oposición todavía se pregunta por qué no se refinanció también la deuda del segundo plan, lo que hubiera supuesto un ahorro de 9. La buena noticia económica vino de la mano de los 12 millones en facturas que se consiguieron pagar en octubre, y sin más préstamos.

A lo largo del año los corporativos tuvieron que ajustar sus sueldos para dar cumplimiento a la Ley de Reforma Local que obligaba a eliminar siete dedicaciones exclusivas. Con mayor o menor agrado cerraron, filas, agacharon la cabeza y se apretaron el cinturón. La medida suponía unos 360 euros menos al mes en sus nóminas.

Para terminar de arreglar las relaciones con la Junta, el Ayuntamiento de Granada anunció en este 2014 que embargará dos solares a la Junta para saldar la deuda tributaria que mantiene la administración autonómica y que asciende a casi 5 millones. Queda por ver si la amenaza es real o si se trata de una táctica de presión.

También hablaremos en 2015 de la disolución de la empresa municipal de suelo cuyos trámites se han iniciado en este 2014. En el capítulo de lo conseguido, la remodelación del mercado de San Agustín, desde donde este año se podrá brindar por el 2015.

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