El servicio de autobuses de Granada volvió a meterse ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Granada y se convirtió en la piedra angular sobre la que los partidos de la oposición hicieron girar su negativa a dar el visto bueno al presupuesto de 2015.

El principal argumento de la oposición para rechazar las cuentas que guiarán los designios de la ciudad este año es la "irrealidad" en la que se basan los números, concretamente en lo que al transporte público se refiere. A ningún político se le escapó ayer el documento con las alegaciones que ha presentado la empresa de transporte Rober alertando al Ayuntamiento de que, en base a los números de los últimos años, la ciudad deberá poner cuatro millones más de lo presupuestado para pagar el servicio.

El concejal de Economía, Francisco Ledesma, ya anunció hace unos días que no se aceptaría ninguna de las alegaciones presentadas al presupuesto. Y cumplió con su palabra. Es más, tras reprocharle a la oposición que se pongan de parte de la empresa privada, acusó a Rober de "quitarle dinero a los granadinos" al basar sus alegaciones en "cifras equivocadas".

La declaración, que fue calificada de "irresponsable" por los grupos de la oposición no tardó en avivar las reacciones. "Si hay una empresa, sea la que sea, que está robando a los granadinos, inmediatamente habría que abrir un expediente, investigar lo que está pasando y si hay que llegar hasta ese punto, se le quita la concesión del servicio. ", declaró el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Paco Cuenca. No hay que olvidar que al ser Rober una concesionaria del Ayuntamiento, todos sus números son públicos.

Las discrepancias entre el Ayuntamiento y la empresa de transportes parten de las distintas formas de hacer el presupuesto por ambas partes y determinar cuánto cuesta el servicio y quién lo paga. Para dilucidar estas cuestiones lo primero es determinar cuánto cuesta el servicio de transporte, para ello habrá que sumar kilómetros, gasolina, mantenimiento, beneficio industrial, salarios... Tras hacer esta cuenta el Ayuntamiento determina que el sistema cuesta 36.054.000 euros. A esta cuantía hay que restarle los ingresos del transporte público, es decir, la recaudación por billetes que pagan los viajeros, las aportaciones del Consorcio de Transporte Metropolitano, del Ayuntamiento de Cenes y de la Universidad. El Ayuntamiento calcula que estos ingresos rondarán los 26 millones; así que la diferencia entre los 36 millones que cuesta y los 26 que genera son los diez millones que el Ayuntamiento paga por el servicio. Las cuentas de Rober, menos optimistas, no prevén ingresos por más de 21 millones.

¿En que se basa esa alegría en las estimaciones municipales? Principalmente el Ayuntamiento cree que este año habrá un aumento de pasajeros respecto a 2014 "motivado por la recuperación económica y por la consolidación del nuevo sistema de transporte público". También dice que "se usará más el billete sencillo asociado a la Línea de Alta Capacidad y al turismo" y que se incrementarán los viajeros del Área Metropolitana y los universitarios en sus desplazamientos al PTS. Algo que, según la empresa, está por ver.

También el informe municipal en el que se basa el Ayuntamiento para rechazar la alegación de Rober fue criticado por parte de la oposición. El portavoz de IU, Francisco Puentedura, recordó que no está hecho por el interventor, sino por el coordinador del área de Movilidad, un puesto político. "Ustedes le tienen que pedir datos a la empresa del transporte urbano en la ciudad para elaborar el presupuesto", apuntó Puentedura.

La responsable de UPyD, Mayte Olalla, reprochó al Ayuntamiento que hubiera metido a la ciudad en un plan de movilidad "que no tiene a nadie contento" y el portavoz de IU acusó al equipo de gobierno de "estar ejerciendo de trileros con este presupuesto". Finalmente las cuentas de 2015, que contemplan 262 millones de euros para la ciudad, fueron aprobadas por los 14 votos a favor del equipo de gobierno y los 11 en contra de toda la oposición. Después de terminar el pleno, desde la empresa pública de transporte eludieron valorar las palabras del concejal de Economía.