Granada

El arzobispo asegura que tiene el apoyo del Papa y que le ha pedido que continúe

  • Los siete nuevos religiosos imputados no han sido aún apartados de sus funciones en parroquias de la provincia La Conferencia Episcopal dice que la Justicia tendrá la última palabra en el caso

El arzobispo de Granada, Javier Martínez, se pronunció ayer sobre su esperado encuentro con el Papa en el Vaticano el pasado lunes. Y fue claro ya que dijo sentirse respaldado por el Papa, que le transmitió que pide a Dios que le ayude para que no se "baje de la cruz". A preguntas de los periodistas antes de participar ayer en un acto en Granada, el prelado manifestó que se siente respaldado por el Papa Francisco y por "el pueblo cristiano", que son los respaldos, dice, "que necesita un obispo".

Según Martínez, el Papa le transmitió el siguiente mensaje: "Que pedía a Dios y me ayudaba para que no me bajara de la cruz". Interrogado sobre si eso significa que quiere que continúe al frente del Arzobispado de Granada, indicó que eso habría que preguntárselo a él. "Pero él me ha pedido que sí, que no me bajara de la cruz. Y mientras un obispo es obispo de un sitio tiene la misión de dar la vida por la diócesis que la Iglesia y el Señor le encomienda", manifestó el arzobispo.

Y agregó: "Quiero a la Iglesia universal y a los seres humanos con toda mi alma y estoy dispuesto a dar la vida por esta diócesis".

Preguntado sobre si el Arzobispado va a adoptar también medidas con respecto a los siete nuevos sacerdotes imputados, que de momento siguen ejerciendo, (los tres detenidos al inicio del caso ya fueron apartados de sus funciones) el prelado declaró que el proceso lo lleva la Santa Sede y que no puede hacer más declaraciones al respecto porque es un proceso reservado. De hecho, este periódico ha podido saber que la investigación eclesiástica todavía está bajo secreto y que de ella depende el futuro de los miembros de la iglesia implicados.

Y la disciplina eclesiástica "pide para estos casos un secreto casi como el de la confesión", afirmó el arzobispo tras incidir en que es la Santa Sede a quien corresponde tomar las decisiones.

El arzobispo, que por ese motivo eludió precisar si ha hablado durante este tiempo con los doce imputados, tampoco quiso pronunciarse sobre las informaciones que apuntan a una falta de colaboración inicial con el juez instructor, que le habría llegado a requerir hasta en cinco ocasiones los informes eclesiásticos elaborados en relación a este caso de abusos sexuales. Martínez ha negado sentirse perseguido pero, interrogado sobre si se siente cuestionado, dijo que "hay algunas personas que tienen ese interés, pero el pueblo cristiano me quiere y yo al pueblo cristiano".

Por su parte, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, expresó ayer la "total confianza y respeto" de la iglesia española en la acción de la Justicia en el caso de los supuestos abusos sexuales en Granada por parte de sacerdotes y laicos conocidos como el 'Clan de los Romanones'. "La Justicia tiene la última palabra", recalcó. Gil Tamayo se mostró convencido de que la investigación contribuirá al esclarecimiento de los hechos. "Creo que nosotros hemos de seguir trabajando para evitar hechos como los que contempla el auto hecho público por el juez de Granada". Además, reiteró su "absoluta confianza en la Justicia" y su deseo de que "se esclarezca la verdad" para que no vuelvan a ocurrir hechos "tan graves" como los que se contemplan.

Por otro lado, recordó que la Conferencia Episcopal no tiene competencia para decidir sobre la continuidad del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, en su cargo y que es "al Santo Padre y el arzobispo de Granada" a quienes compete. En cualquier caso, Gil Tamayo aseguró que por parte de los obispos españoles sólo hay "comunión y cercanía" con el prelado granadino, en tanto que es "un obispo de la Conferencia Episcopal Española". "Tiene la cercanía de todos sus hermanos obispos", concluyó.

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