La relación que mantienen en los últimos meses la empresa de transportes Rober y el Ayuntamiento de Granada es una muestra inequívoca de aquel viejo dicho que asegura que dos no se pelean si uno no quiere. Y es que pese a que el Ayuntamiento ha torcido el gesto en varias ocasiones durante las últimas semanas, la empresa de transportes Rober ha ido poniendo la otra mejilla a todos los envites asegurando que estas actitudes son normales "en cualquier relación contractual".

El primer gesto que afeó el Ayuntamiento a la empresa ocurrió después de que llegaran a sus manos las alegaciones al presupuesto pidiendo más dinero. El Ayuntamiento reprochó a la empresa que no se sentaran previamente para negociar estas discrepancias y le recordó que las cuentas que había hecho el Consistorio sobre el precio del servicio eran las correctas. Resultado: un no rotundo a las alegaciones.

El pasado jueves, en el pleno extraordinario de presupuestos, el concejal de Economía, Francisco Ledesma, cerró el debate asegurando que la empresa de transportes "le quita dinero a los granadinos", en alusión a la bajada del precio del combustible y a las cuentas que aún así hacía la empresa reclamando al Ayuntamiento que pusiera en el servicio cuatro millones de euros más.

En un comunicado la empresa dejaba claro que su relación con la ciudad siempre se había basado en la honestidad y que todas sus cuentas son auditadas y están a disposición del Ayuntamiento.

Ayer, el concejal de Economía, Francisco Ledesma, firmaba el decreto de reintegro del exceso de subvención por combustible en los años 2012 y 2013 que asciende a 535.829 euros. El concejal de Economía adelantó que la cantidad solicitada se refiere solo a los ejercicios 2012 y 2013 a lo que hay que añadir la liquidación a favor del Ayuntamiento por desviaciones en la subvención del coste del combustible del ejercicio pasado 2014, cuyo presupuesto aún no está liquidado "y por el que estimamos que Rober deberá ingresar más", declaró el responsable del área de Economía.