Granada

Un debut 'de traca'

  • La pirotecnia Alpujarreña se estrena en las Fallas con una mascletá muy bien valorada por público y expertos

Directa al corazón de la pirotecnia. Hasta allí ha llegado una empresa de Ugíjar, que con su 'fuego de artificios' hizo las delicias de los miles de aficionados que abarrotaban ayer la Plaza del Ayuntamiento de Valencia para vivir la segunda mascletà del gran mes fallero. La pirotecnia Alpujarreña debutó por la puerta grande en la gran cita levantina con un espectáculo que fue muy bien valorado por el público de a pie y por el especializado. Con el termómetro marcando los 30 grados, la Alpujarreña echó más leña al fuego con un polvorín de ritmo y potencia, que combinó juego aéreo y terrestre, además de numerosas secuencias digitales muy vistosas, para cerrar con una traca final apoteósica.

Las redes sociales y los medios valencianos se deshicieron en elogios hacia los alpujarreños, que llevaban meses preparando esta fecha al milímetro para que todo saliera según lo estipulado. De hecho, en uno de los periódicos principales de la capital del Turia los usuarios puntuaron con un sobresaliente, un 9 sobre 10, la primera participación de la Alpujarreña en las Fallas. Mikel Pagola, el especialista pirotécnico del Levante-EMV y director de la web Piroart, confirmó que la empresa de Ugíjar tuvo "una muy buena acogida por parte del público valenciano" y que el Ayuntamiento de Valencia mostró "satisfacción" por incluir a los granadinos en unas fiestas que son el "epicentro pirotécnico mundial en estos momentos". Pagola destacó el trabajo de la Alpujarreña en la segunda mascletà. "Ha estado a la altura de las circunstancias y ha resuelto su participación en las Fallas de forma muy solvente. Dentro de lo encorsetada que es una mascletá, ha mostrado un disparo muy moderno, subrayando el inicio con una llamativa digitalización".

Los ugijareños no pasaron desapercibidos en Valencia, tras un espectáculo en el que despuntó el juego realizado con una cortina de pitos y su posterior doble friso de truenos, repitiéndose esto varias veces hasta crear un ritmo estructural realmente eficaz. Asimismo, entre los lugareños llamó la atención "la contundencia de sus detonaciones durante todo el disparo y, especialmente, en el final, que culminó con un golpe de truenos esponjoso y hermético, dejando muy buen sabor de boca" según las palabras del crítico Pagola.

El gerente de Alpujarreña, Alfonso Baños, no ocultó su satisfacción tras el disparo y el merecido homenaje que recibió cuando subió al balcón del Ayuntamiento a saludar y sentir el calor de las miles de personas que se habían congregado en el santuario pirotécnico por excelencia de las Fallas. Baños explicó que el disparo salió tal y como había sido diseñado "de principio a fin, con un cierre potente que es con lo que más disfruta la gente" y secuencias digitales terrestres y aéreas "que han quedado perfectas". Baños reconoció que le "hacía ilusión" disparar en Valencia porque "es una plaza importante" en la que la responsabilidad "se nota en la expectación que hay en la plaza" y que hace que los nervios asomen hasta el disparo inicial. El director de Alpujarreña aseguró que si Valencia quiere, en 2016 volverá a disparar tras escuchar como cada día de marzo a las dos en punto de la tarde a las falleras dar la tradicional orden: "Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà" (señor pirotécnico, puede comenzar la mascletà).

El responsable de la pirotecnia Alpujarreña, que este año cumple 125 años y ya es la cuarta generación de pirotécnicos, explicó que el disparo contó con 340 kilos de material pirotécnico bruto y 161 de materia reglamentada. Los de Ugíjar no serán los únicos petardos granadinos que suenen en las Fallas, pues en unos días regresan allí los artificieros accitanos de María Angustias Pérez.

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