Granada

Juan Montabes alerta del efecto "negativo" de la ingobernabilidad

  • La pluralidad de fuerzas en el Parlamento andaluz tras el 22-M genera incertidumbre

El director del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de la Universidad de Granada, Juan Montabes, advirtió ayer de lo "negativo" que sería que los partidos con representación en el Parlamento andaluz tras los pasados comicios no se organizaran para permitir la gobernabilidad. Así lo manifestó Montabes en el transcurso de las jornadas Cambio social y vida ciudadana en Andalucía: XXXV años de desarrollo político y social que se celebran en Montefrío en un encuentro organizado por el Consejo Consultivo de Andalucía, junto a la UGR y la Cátedra Rafael Escuredo.

Montabes también se refirió a la representación obtenida por Ciudadanos en el Parlamento andaluz para señalar que "jamás" una marca surgida en las encuestas "45 días antes de la apertura de un proceso electoral" había logrado reunir casi el 10 % de votos.

Según explicó, el mapa político surgido de las elecciones autonómicas del pasado 22 de marzo es "similar" a los del año 1994 y el 2000, "donde un partido obtiene mayoría de escaños, pero no los necesarios para gobernar". El profesor incidió en que "aunque con peso y características distintas, el número de partidos es equivalente al de 1982, por lo que sería muy negativo que no se organizaran para permitir la gobernabilidad".

Por su parte, el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano, hizo un breve análisis político-jurídico de los treinta años del Estatuto de Autonomía. Cano partió de la idea de que las prescripciones estatutarias en materia electoral han predeterminado en Andalucía un sistema de pluripartidismo atenuado, con la presencia casi permanente de cuatro fuerzas políticas con muy distinta implantación: PSOE, AP (después PP), PCA (después IU) y PSA (después PA).

El presidente del Consultivo estableció cuatro periodos distintos, el primero de los cuales iría desde 1982 a 1994, comprende las tres primeras legislaturas y se caracteriza por la cómoda mayoría absoluta de la que disfrutó el PSOE, lo que le permitió abordar la ejecución de su programa de gobierno sin necesidad de acudir a pactos.

La segunda etapa tiene lugar entre 1994 y 1996, en un momento de gran debilidad del Gobierno de Felipe González, en la que el PSOE perdió por primera vez la mayoría absoluta y el PP e IU constituyeron un frente de rechazo, lo que la opinión pública bautizó como "la pinza", que pretendió gobernar desde el Parlamento. El tercer periodo se inició con la decisión del presidente Chaves de disolver el Parlamento y convocar unos comicios en los que el electorado castigó la ingobernabilidad y devolvió siete de los escaños perdidos al PSOE, que estableció con el PA, y durante dos legislaturas, el primer pacto en la historia de Andalucía.

El cuarto periodo, dijo, estuvo caracterizado por la recuperación de la mayoría absoluta del PSOE y del PP y el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán, que en las elecciones de marzo de 2012 sufrió la primera victoria del PP, pero pudo gobernar gracias al pacto con IU que rompió después su sucesora, Susana Díaz, para convocar las pasadas elecciones.

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