ayer y hoy

El alcalde de Otívar

  • 200 aniversario de la muerte del guerrillero de Otívar Juan Fernández Cañas Entre las Albuñuelas al norte y Almuñécar al sureste, bonito pueblo recuerda en su escudo al Tío Caridad

Se cumple en marzo de 2015 el 200 aniversario de la muerte de este guerrillero otiveño al que el pueblo dedica monumento público, actos en su memoria y hasta un campo en el escudo emblemático de la villa. Por eso traemos hoy a nuestra página este recuerdo.

A través de la numerosa documentación que va apareciendo sobre los capítulos relacionados con la Guerra de la Independencia en nuestra provincia, sobre todo las citas de Lafuente Alcántara, Pedro A. de Alarcón y el discurso que pronunció en su día Natalio Rivas en su ingreso en la Real Academia de la Historia, nos enteramos de quién era este Juan Fernández Cañas, apodado Tío Caridad. Obras posteriores han recogido su semblanza enriquecida con la del investigador almeriense García Campra. Pero mucho antes, en 1876, el militar historiador madrileño Gómez de Arteche había publicado en su obra Nieblas de la historia patria una narración histórica titulada El Alcalde de Otívar. Nos ayuda igualmente la narración que recoge el cronista de Granada Francisco de P. Valladar en su obra La invasión francesa en Granada (1810-12).

Dicen que fue en España donde se "inventó" la guerra de guerrillas; tal vez habría que remontarse a la época de los romanos cuando el "famoso pastor lusitano" Viriato practicó algo parecido en contra de los invasores romanos. Pero sería en la llamada Guerra de la Independencia española contra los franceses cuando la guerrilla se perfila con denominación de origen. Esto escribía sobre los guerrilleros Rodríguez Solís en 1895: "el guerrillero… no tenía más casa que la techumbre celeste, ni otra cama que la tierra". Una de las muchas partidas a la que hoy nos referimos fue la encabezada por Juan Fernández al que llamaban "el coronel" y "el Tío Caridad".

Nos movemos en torno a los años 1810 al 12 cuando las tropas napoleónicas en nuestra tierra eran mandadas por el general Sebastiani; las operaciones del guerrillero y su partida, reclutada casi toda con gentes de la Alpujarra, tuvieron lugar entre las zonas de Nerja, Almuñecar, la Herradura y Motril primero y entre Alhendín y Padul después. Coinciden los historiadores en la fiereza de este personaje al que herido de gravedad dieron por muerto mientras se recuperaba aislado y refugiado en una cueva de las Albuñuelas cerca de Lentegí. Y es que el mismo Alcalde en sus Memorias escribe: "recibí 15 heridas, después de haberme desnudado,…8 de las cuales mortales".

Muy peligroso debía ser el otiveño Tío Caridad cuando una proclama firmada por Sebastiani el 9 de septiembre de 1810, aparecida en la Gazeta de Granada el martes 11, dice literal: "Qualesquiera pueblo que reciba al Alcalde de Otívar Juan Fernández…y que le dé el menor socorro…será tratado con todo el rigor militar: los habitantes serán pasados a cuchillo y sus casas quemadas". Fue aquella guerra, como todas, página de la historia agridulce; historia de vencedores y vencidos que queda en el recuerdo de los libros, entre el polvo de las hemerotecas o entre los estudiosos que al paso del tiempo se preguntan si sirvió para algo el sacrificio de muchos. El recuerdo del Alcalde de Otívar nos evoca sin remedio el de Manuel Atienza el Alcalde carbonero de La Peza, aquel que también perdió la vida en esa estúpida guerra tras arrojarse por un barranco antes de entregarse al francés. El relato que del hecho hace Pedro A. de Alarcón resulta espeluznante.

Valga el recuerdo de estos considerados héroes de la independencia y sirvan al menos sus gestas para refrescar la memoria histórica con actos lúdicos y culturales en las respectivas localidades; actos que resulten atractivos, que animen al personal a visitar las villas y agilicen la economía local que tampoco viene mal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios