El buen tiempo no es sinónimo de alegría para todo el mundo, pues hay un colectivo que va a sufrir especialmente la estabilidad atmosférica y el arranque tan soleado de la primavera en Granada: los alérgicos. A más sol y más luz, mayor aceleración del floramiento de las especies y más problemas para los que padecen de problemas respiratorios en esta época. A principios de marzo ya se registraron los primeros cuadros alérgicos de ciprés en el interior de la provincia. Un árbol que todavía causa estragos con un nivel medio de concentración de polen. Mientras va bajando la alerta por el ciprés, ya está subiendo la del plátano de sombre, un árbol ornamental muy presente en la capital. Por ahora, tiene unos niveles bajos de concentración, pero en unos días se convertirá en el protagonista de las consultas de alergología. "Este polen es muy explosivo. Es decir, en pocos días alcanza unos picos muy elevados y es uno de los que más problemas de alergias genera", explica la especialista Esther Velázquez Amor.

Para que aparezcan con fuerza los síntomas por gramíneas y olivo habrá que esperar unas semanas. Por ahora, será el plátano el que compita con el ciprés. Esta especie tiene un corto período de floración que se desarrolla entre el comienzo de marzo y el final de abril, aunque este año se ha adelantado por el sol. En Granada, estas especies se desarrollan en el paisaje vegetal urbano por lo que cerca del 8% de la población infantil sufre estos síntomas, lo que lo sitúa en el séptimo lugar de causa de polinosis.

La dureza de la primavera para los alérgicos depende de las condiciones meteorológicas. "Los inviernos más lluviosos suelen dar paso a primaveras con una floración más intensa y con mayores concentraciones de polen, pero si llueve, la atmósfera se limpia, y los problemas disminuyen", añade la doctora Velázquez. Por lo tanto, tras unas semanas soleadas "las consultas registrarán un considerable aumento de pacientes", concluye.