-¿Cuáles son sus nuevas competencias?

-La mesa del Parlamento tiene un trabajo que no se ve pero que es fundamental para que la Cámara funcione con normalidad. No solo tenemos que calificar todas las iniciativas que se presentan, ver si se ajustan al reglamento, ordenar las sesiones y comisiones... y cuidar del emblemático edificio de las Cinco Llagas. Va a funcionar bien con la complejidad de ser una mesa con mayor número de grupos parlamentarios. Hay que cumplir con lo que la gente nos ha encomendado, gobernar Andalucía con una mayoría amplia del PSOE que necesita el diálogo y el consenso del resto de fuerzas políticas.

-La legislatura ha comenzado con un tono bronco.

-Es verdad. Teníamos una dificultad como Parlamento, hacer conciliar el derecho que tienen todos los grupos a tener presencia en la mesa con un sistema de voto que se basa en la proporcionalidad. En esa dicotomía entiendo que el derecho prima sobre el sistema de votación y al final hemos constituido una mesa en la que todos tienen voz y voto. El PP se equivocó, la bronca no es la manera de solucionar esta posible discrepancia. Espero que este error no se repita y la actitud del PP no sea la confrontación. La voluntad de diálogo es la que debemos tener todos los grupos, una obligación que ha salido de las urnas. A partir de ahora lo que nos toca es dialogar mucho, primar esas zonas de intersección que son comunes. Hay que dar respuesta a los problemas de la gente. Los parlamentarios no podemos constituirnos en el problema.

-¿Qué cree que pasará en la ronda de contactos que se inician ahora?

-Tenemos que saber si hay una alternativa de gobierno o si hay más de una. Tal y como ahora mismo se ven las cosas, parece que la única alternativa es la que va a presentar el PSOE para que Susana Díaz sea la próxima presidenta, tal y como lo refleja esa mayoría amplia que tenemos en el Parlamento. Va a ser una semana clave para el diálogo y la convocatoria del pleno de investidura. Si no quieren votar a Díaz, al menos que permitan que tengamos un gobierno cuanto antes porque hay muchas cosas que hacer en Andalucía. Optar por el boicot en la investidura sin presentar alternativas será algo que no entiendan los ciudadanos.

-¿Qué le parece que las fuerzas condicionen posibles pactos a la salida de Chaves y Griñán?

-Empezar el diálogo marcando líneas rojas es una mala manera de dialogar y da pocas opciones para el acuerdo. No debemos condicionar todo a las líneas rojas que se saquen de la chistera todos los grupos. Me parece muy irresponsable sobre todo en el caso de Chaves y Griñán que es verdad que están imputados por el Supremo pero no por ningún delito. Convertirlos en el centro de la negociación es un error político grave en el que espero no persistan. Condicionar el que haya un gobierno a que dos personas dejen sus responsabilidades cuando no existe ahora mismo ningún delito que se le impute, ninguna condena que les obligue ni siquiera el código ético del PSOE, me parece una irresponsabilidad. Una excusa para afrontar esta realidad.

-Griñán se marcha.

-Él solo ha tenido una manera de estar en política que es la generosidad. Demuestra así que ha sido siempre una persona generosa que ha antepuesto los intereses de Andalucía y del partido a los personales. En cualquier caso, es una decisión personal que vamos a apoyar, al menos en mi caso, sea cual sea.

-¿Qué papel cree que tendrá Granada en el futuro Ejecutivo?

-Tengo mucha confianza en que Granada va a seguir jugando un papel fundamental como lo ha hecho en esta legislatura, con una Consejería que representa el ADN del socialismo y con María José Sánchez al frente que ha desarrollado una labor brillante. Espero que Granada siga ocupando un espacio importante, que decidirá la presidenta pero por el que los socialistas granadinos vamos a trabajar para que dé respuesta a las necesidades de esta provincia y para que la voz de Granada llegue al Consejo de Gobierno.

-¿Repetirá María José Sánchez?

-Ha hecho muchos méritos para repetir. Ha demostrado con su trabajo la capacidad de gobernar bien esas áreas tan importantes en un momento de crisis pero la decisión corresponde a la presidenta. Desde luego cuenta con todo el apoyo del PSOE de Granada.

-Las municipales están a la vuelta de la esquina.

-Las afrontamos con muchas ganas. Hemos trabajado en todos los municipios para ofrecer lo mejor del PSOE. Salimos con mucha ilusión para ganar las municipales y recuperar la Diputación para ponerla de nuevo al servicio de la provincia sin exclusiones y discriminaciones.

-¿Contemplan los pactos como una posibilidad para gobernar?

-Salimos a ganar, no es el momento de hablar de pactos. Cuando pasen las elecciones y veamos el resultado de las mismas si el mandato de las urnas es que haya diálogo nosotros vamos a ser los primeros en sentarnos a dialogar. En cualquier caso, sea necesario para el gobierno o no, creo que los tiempos para la política son distintos. Todos, al margen de los resultados tenemos la obligación de dialogar, sobre todo de escuchar a la gente.