Granada

Bodegas Jabalcón: esencia bastetana

  • Descripción. Casi al límite con el Levante español, el viñedo de Bodegas Jabalcón y el buen hacer de sus técnicos resultan en vinos originales y de gran calidad. Y tan nuestros

DESPUÉS de ver todo el invierno los "muñones" de vid en espera de la primavera; después de que las vides hayan llorado por sus heridas de la poda reactivando el ciclo vegetativo y haber visto aparecer los primeros brotes y las primeras hojas, reanudo mi periplo por las bodegas y viñedos de nuestra provincia.

En la Hoya de Baza y al pie de su sierra, está ubicada la Bodega Jabalcón, nombre que se deriva del cerro homónimo que se divisa desde la entrada de la bodega. Allí me reciben Miguel Cañadillas, uno de los socios, Mariola Sánchez Peinado, enólogo; y Freddy Valda, responsable de bodega.

El viñedo se encuentra repartido por los términos municipales de Caniles, Zújar, Cúllar y Baza, y pertenece a los 19 socios actuales: a la bodega sólo entra uva de estos viñedos y "el trabajo se hace en el campo, donde nace un buen vino", afirma Mariola, quien tiene claro su método de trabajo para conseguir un estilo propio: "nosotros fermentamos campos, no uvas". Es decir, vendimian una finca completa y fermentan junta toda la uva de esa finca. Por ello es tan importante hacer una gran labor de viticultura, para conseguir madureces homogéneas. El equipo técnico se encarga de seleccionar el campo óptimo y la uva de la máxima calidad.

La altitud en la que se encuentran los viñedos (entre 800 y 1.500 m) es fundamental para conseguir uva de gran calidad, ya que el gradiente de temperatura entre el día y la noche y el verano y el invierno en la zona es muy acusado: el aire fresco procedente de los cuatro Parques Naturales que rodean la Hoya de Baza como son la Sierra de Cazorla, la Sierra de María, la Sierra de Castril y la propia Sierra de Baza propician este gradiente. Así, aunque como me explicaba Mariola Sánchez "juegan con la sobremaduración", al mismo tiempo consiguen unos niveles de acidez que equilibra los vinos y les da brío.

Aunque la primera añada de Cerrojo, Jabalcón y Benzalema, sus tres primeros vinos, fue la de 2006, la Sociedad Agrícola de Transformación (SAT) que dará lugar a Bodega Jabalcón se constituye en el año 90. En 2004 se empieza el proyecto de la bodega, con una capacidad de 400.000 litros, para poder crecer año tras año en producción (actualmente vinifican unos 120.000 kilogramos de uva) y en el mismo año, contratan a la enólogo Mariola Sánchez Peinado, Ingeniero Agrónomo, licenciada en Enología y Máster en Viticultura y Enología por la Universidad Politécnica de Madrid, granadina que ya ejercía su buen hacer en una de las bodegas más emblemáticas del Marco de Jerez: González Byass. Esta incorporación fue, sin duda, una apuesta clara de la bodega por elaborar vinos de calidad.

Mariola Sánchez ha vuelto este año a tomar las riendas de la dirección enológica de la bodega, tras un paréntesis entre 2010 y 2015, tiempo en el que trabajó en dos bodegas de la región del Veneto, al noreste de Italia. Entre 2005 y 2010 fue también asesora técnica de otra bodega señera de nuestra provincia: Vertijana. Su personalidad se refleja en los vinos que elabora y que han cosechado abundantes reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional.

Benzalema es su vino blanco, procedente de un viñedo situado a más de 1.000 metros de altura que resistió a la filoxera y que, por lo tanto, está sin injertar (uno de los raros viñedos de España con estas características), de una variedad descatalogada llamada 'beba del paraíso', muy tardía, por lo que se da especialmente bien en una zona de veranos tan calurosos, y de escasísima producción. Es un vino que se muestra amarillo dorado en la copa, muy brillante, con buena intensidad aromática en nariz donde aparecen recuerdos de frutos tropicales y toques herbáceos y de alloza. Lo mejor, como debe ser, en boca: frescura, untuosidad y profundidad en el recorrido y una buena persistencia final.

Tres son sus tintos: Algedid, Jabalcón y Cerrojo, en realidad es el mismo vino, de las variedades Tempranillo, Cabernet Sauvignon, y Garnacha (viñedos a 1.545 m de altitud), del que separan las partidas para cada referencia después de la fermentación maloláctica para someter unas partidas a crianza y otras no.

Jabalcón, el vino joven de la bodega, es de un bonito color rojo picota de capa alta, ágil y con buena lágrima glicérica en copa. En nariz predomina la fruta negra madura con recuerdos de bosque mediterráneo (romero, tomillo, jara) sobre un fondo balsámico que le otorga mucha frescura. En boca, la entrada es amable, con taninos dulces y buen peso frutal, equilibrado y con buena persistencia. Un vino rico, desenfadado, ideal para copear y también para los que se inician en el mundo del vino.

Algedid, con seis meses de crianza en madera de roble, es de color rojo picota de capa media-alta con ribetes púrpura. En nariz, la fruta negra en sazón se envuelve en delicados aromas tostados de la madera, vainilla y toques de pimienta. En boca destaca su frescura, propiciada por esa buena acidez. El retronasal nos trae recuerdos maderas nobles y especias.

Cerrojo, cuyo nombre está inspirado en la situación geográfica de la bodega (que "cierra" Granada al Levante), es el tinto crianza de Jabalcón, con un paso por madera de doce meses. En copa de muestra de color granate, brillante y glicérico, con aromas de compota de frutos negros (ciruela, arándanos) y notas de caja de puros, sobre un fondo balsámico que recuerda al eucalipto. Un vino bien construido, serio y a la vez fácil de beber.

Todo esto lo pueden vivir como experiencia propia: sólo han de concertar cita para visitar la bodega y catar sus vinos a través de su web -www.bodegasjabalcon.com- o por teléfono en el 958 063 887.

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