Si no hay suerte en casa -o al menos no toda la que debería-, mejor probar en el extranjero. Desde que comenzó la crisis, las empresas granadinas también han hecho el camino que ha llevado a miles de trabajadores a inmigrar en busca de oportunidades. Salvando las obvias distancias, el extranjero también se ha convertido en un refugio para las compañías, afectadas por una caída del consumo que ahora, casi ocho años después de que comenzara la crisis, empieza a recuperarse. En el ejercicio 2014, un total de 1.833 empresas granadinas probaron a vender sus productos fuera de las fronteras nacionales. No es una cifra muy alta, sobre todo si se compara con el total de compañías que permanecían activas a finales de 2014 -28.257 afiliadas a la Seguridad Social, según los datos del Ministerio de Trabajo- pero sí que supone un avance importantísimo respecto a los últimos años.

Según el último informe estadístico sobre empresas exportadoras publicado por la Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Extenda, en 2010 hubo 976 empresas que exportaron sus productos al extranjero. Esto significa que en apenas cuatro años, en los que se ha registrado una importante caída de la actividad económica española, el número de empresas internacionalizadas ha crecido un 87,8%. Desde 2010, más de 857 empresas han dado rienda suelta a su espíritu exportador.

Granada es, de hecho, la provincia andaluza en la que más ha aumentado la cifra de empresas exportadoras en este periodo. El incremento experimentado por la provincia de Málaga, que ocupa el segundo puesto del ranking andaluz en cuanto a evolución de este tipo de compañías, está muy lejos del de Granada y apenas llega al 56,6%. Le siguen Jaén, con un aumento del 49%; Córdoba, con un 47,8%; Huelva, con un 35,8%; Cádiz, con un 20,6%; Sevilla, con un 20,3%; y Almería, con un 17,7%.

El impulso de las empresas exportadoras ha sido gradual, aunque uno de los mayores crecimientos se ha registrado en este último ejercicio. De 1.554 empresas exportadoras se ha pasado a 1.833, un 17,9% más. Con anterioridad, el colectivo de compañías con facturación internacional también había crecido con cifras de dos dígitos, registrando el mayor aumento en 2011, cuando las empresas exportadoras pasaron de 976 a 1.242, un 27,2% más.

El mayor problema del tejido exportador granadino es que no es nada regular. Según la información publicada por Extenda, del total de empresas que probaron suerte en el extranjero en el año 2014, sólo 337 exportan de forma habitual. Es decir, que apenas un 18,4% del total tiene un volumen de negocio asociado de forma permanente con sus ventas internacionales.

Este porcentaje es realmente bajo, pero también ha crecido de forma importante en los últimos cuatro años. En 2010, en Granada apenas había 252 compañías exportadoras habituales, así que desde entonces este colectivo empresarial ha registrado un incremento del 33,7%.

Además, aunque sean muchas menos, su peso específico es mucho mayor. Quienes exportan regularmente venden mucho más que quienes lo hacen de forma puntual, ya que dedican una parte de su negocio a fomentar las ventas, a establecer relaciones con sus clientes y a impulsar su división internacional. Aunque las empresas exportadoras habituales sólo representen un 18,4% del total de compañías que vendieron en 2014 sus productos en el extranjero, el volumen de sus exportaciones supone un 93,2% del total de la provincia. Las 337 empresas exportadoras regulares facturaron gracias a sus ventas internacionales un total de 853,9 millones de euros (una media de 2,5 millones), mientras que las 1.496 compañías que no exportan de forma habitual apenas vendieron 62,5 millones de euros, lo que arroja una media de solo 41.443 euros.