Granada

La odisea de ser madre soltera

  • Entre cuatro y cinco mujeres solteras al año acuden al Virgen de las Nieves para sometersea la fecundación in vitro. Las clínicas privadas atienden a más de 25 al año para inseminarse

El deseo de ser madres lleva a miles de mujeres solteras a recurrir a las técnicas de reproducción asistida para convertir su sueño en realidad. Desde hace tiempo el no tener pareja no representa un problema para disfrutar de la maternidad. Y es que, el descubrimiento de técnicas como la inseminación artificial y la fecundación in vitro, alabadas por unos y criticadas por otros, han conseguido que miles de mujeres confíen en ellas para traer al mundo a sus hijos.

Atrás quedaron las percepciones que la sociedad tenía hace 20 años, cuando según el doctor Martínez Navarro, jefe de reproducción humana del Hospital Virgen de las Nieves, "eran consideradas como auténticos bichos raros al no involucrar al hombre en la reproducción, nacimiento y crianza de los hijos". Por el contrario, "ahora la normalidad que rodea a estas técnicas es la nota predominante en la mayoría de los casos. Así, es de destacar que el 50% de las mujeres que vienen son solteras", valora el especialista.

Alrededor de cuatro mujeres al año acuden a centros públicos dirigidos por la Seguridad Social para quedarse embarazadas, mientras que el número aumenta en el caso de clínicas privadas, que oscila entre las 20 y 30 mujeres, lo que supone entre un cinco y ocho por ciento de las que acuden a este tipo de clínicas para convertirse en madres.

Es habitual pensar que todas ellas presentan un perfil similar: superan los 30 años , son de clase alta -lo que supone contar con poder adquisitivo- y por lo general tienen titulaciones superiores. Sin embargo, el doctor Martínez Navarro contradice este argumento al precisar que "no es del todo cierto que acudan a la inseminación artificial y a la fecundación in vitro sólo personas con titulaciones superiores, por lo menos en lo que se refiere a la Seguridad Social".

De esta manera, cada vez más, las mujeres con trabajos que no exigen de titulación para su ejecución buscan la maternidad mediante técnicas reproductivas, por lo que el perfil de las madres solteras por elección resulta cada vez más heterogéneo.

No obstante, lo cierto es que al contar con mayores recursos económicos, las futuras mamás apuestan más por la medicina privada que por la pública. "La demanda ha crecido y seguirá creciendo de forma proporcional. Lo habitual es que las solteras quieran tener hijos, lo que menos importa es cómo se queda embarazada una mujer", asegura el jefe de Reproducción Humana del Virgen de las Nieves.

Pero hay diversos problemas a los que las madres solteras deben enfrentarse para conseguir la ansiada maternidad. La fertilidad de la mujer, que empezó a reducirse hace 15 años, es un factor imprescindible para lograrlo y lo que más le afecta es sin duda la edad a la que se decide tener un hijo. "Muchas mujeres optan por posponer su maternidad para dedicarse a su trabajo, por lo que la mayoría empieza a buscar su primer retoño a los 30 años, sin tener en cuenta que la vida reproductiva de una mujer empieza a decaer a los 40", señala el doctor Martínez. Además, indica que otros factores que pueden mermar las posibilidades de quedarse embarazada son el tabaco y el sobrepeso.

Por su parte, la biológa y embrióloga de la clínica privada Mar&Gen, Carmen Mendoza,manifiesta que las mujeres que acuden a su clínica no suelen ser muy exigentes a la hora de elegir a los donantes. "Generalmente quieren que tenga rasgos parecidos a los suyos. Aunque no siempre es así, algunas me piden características muy concretas y que no son determinantes, como que el donante sea estudiante, doctor o abogado". La especialista añade que, a diferencia de otros países como Francia o Italia, en España sí es posible que una mujer soltera pueda tener un hijo por medio de la fecundación in vitro.

A pesar de que el precio de los tratamientos oscila entre los 700 y los 7.000 euros en las clínicas privadas, y de los requisitos para la inseminación en la sanidad pública son cada vez mayores, el esfuerzo bien vale la pena. La alegría de traer un hijo al mundo no tiene precio.

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