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El edificio con corazón de acero

El Centro Lorca tiene un impresionante armazón de hormigón blanco y un corazón de color rojizo de acero oxidado que es la cámara acorazada. Visitar el centro cultural de La Romanilla, que de momento no tiene más atractivo que contemplar el interior del edificio a la espera de que llegue en algún momento el legado lorquiano, es como quien ha comprado un piso sobre plano y hace la primera visita una vez que se han ido los albañiles: hay cierta sensación de frialdad y muchos proyectos para dar calor al espacio. Eso sí, después de casi una década, por fin ha desaparecido la valla de color verde que rodeaba al edificio, que ya es un vecino más de La Romanilla.

Los únicos que con la inauguración del Centro Lorca de ayer ya tienen todo el trabajo hecho son Boris Bezan, Mara Partida y Mónica Juvera, los arquitectos de MX_SL Architectural, el estudio que ganó el concurso internacional de ideas convocado en enero de 2005. Boris Bezan, el responsable del equipo, recordó ayer que fue una convocatoria muy concurrida y que contaba con un jurado de prestigio internacional integrado por Rafael Moneo, Alberto Campo Baeza y Juan Calatrava, entre otros. Fue el primer proyecto de su despacho, comenzaron como unos jóvenes arquitectos y, casi 11 años después, han podido ver terminada su primera obra. "La idea principal del centro es la conexión con el centro histórico de Granada, un enclave único porque ya no hay solares que tengan una relación tan estrecha con la Catedral. La intención era la de integrar el edifico con el entorno, lo que se consiguió a través del vestíbulo, que se conecta con la plaza y acaba al final en la calle Lucena", señaló Bezan en un recorrido por el flamante edificio.

El arquitecto de origen esloveno destacó que el teatro, con capacidad para más de 400 espectadores, es como una extensión de la plaza. El auditorio está equipado con caja acústica y con muros movibles que le aíslan del sonido del vestíbulo y que además permite las condiciones adecuadas para albergar todo tipo de actividades culturales, incluido el cine, con tecnología de última generación. "El solar es muy restringido, lo que llevó a un proyecto muy complejo para ubicar la sala de exposición, los talleres y la biblioteca", continuó Bezan.

Mara Partida señaló que el edificio está formado por dos grandes volúmenes, donde se ubican por un lado el auditorio y por otro la biblioteca y el archivo. "Queríamos que estos dos edificios funcionasen como un callejón para continuar el recorrido desde la plaza de La Romanilla. El solar tenía una apertura de menos de diez metros, por eso integrar la luz natural era muy importante y cada uno de estos volúmenes tienes aperturas estratégicas para que se pueda observar la Catedral", señaló la arquitecta, para resaltar que el concepto principal del proyecto era "abrir la cultura a la ciudad en la planta baja".

Según Mónica Juvera, en la planta baja se sitúa de forma "sorpresiva" la sala de exposiciones, la más grande del centro con 500 metros cuadrados de superficie que, pese a estar en un sótano, cuenta con luz natural propiciada por lucernarios y un patio concebido a modo de patio inglés, con un suelo de madera para otorgar "calidez" al espacio, en el que además se ubican salas de camerinos.

En las plantas superiores se encuentran las oficinas, los talleres y la biblioteca, con una zona de libros y otra de sala de lectura. Y suspendida sobre la biblioteca se sitúa la cámara acorazada que albergará el legado del poeta Federico García Lorca, con sus manuscritos originales, actualmente en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Lo normal hubiese sido ubicar esta caja fuerte en el sótano, porque debe dar cobijo a un material que necesita estar protegido de la luz y mucha ingeniería técnica para controlar condiciones como la humedad. Lo sorpresivo del Centro Lorca es que esta cámara está colgando y su base se ve en la biblioteca, como un elemento metálico suspendido que crea un contraste con un edificio donde predomina el color blanco, tanto en las paredes como en el mobiliario.

"Cada una de las partes fue muy estudiada, es un programa muy ambicioso porque en la zona alta quisimos tener un diálogo con la quinta fachada de la ciudad, que es un entramado de patios y de viviendas en altura", continuó la arquitecta del estudio con sede en Barcelona.

Respecto a la inspiración que obra de Federico García Lorca pudo tener en su concepción del edificio, Juvero señaló que, ante todo, son arquitectos, aunque se preocuparon por conocer su obra. "Nos llamaba la atención que Lorca abarcaba muchas disciplinas artísticas, nuestro hilo conductor era que hablaba de la gente de la ciudad, incluso sentimientos marginados que tenemos las personas y nos reflejamos en su obra. Él se entregaba a la ciudad, no sólo hablaba de su grupo social, el hecho de que el auditorio esté en planta baja quiere subrayar que su obra habla de nosotros", concluyó la arquitecta.

Aunque estaba previsto que las visitas guiadas comenzaran en agosto, los interesados pueden desde hoy visitar las instalaciones vacías de contenidos y sin el legado lorquiano, el fin con el que se levantó la mole el edificio de la Plaza de La Romanilla. Conforme avance agosto llegarán los artistas responsables de la exposición El Público para preparar una instalación que abrirá sus puertas en septiembre. Mientras tanto, el edificio seguirá desnudo a la espera de que los documentos que se custodian en la Residencia de Estudiantes hagan latir el corazón de acero del Centro Lorca.

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