Granada quiere estar en el "Top 10" dentro del ranking de las ciudades más transparentes de España. ¿Cómo? Abriendo la primera oficina técnica de transparencia del país y la primera ordenanza de la misma en la historia de Granada. El concejal de Presidencia, Sebastián Pérez, dice querer cumplir "el reclamo constante de los ciudadanos hacia la clase política". Es decir, la transparencia en sus gestiones. "Durante mi presidencia en la Diputación se logró que la institución provincial fuera la más transparente de Andalucía y la tercera de España", recordó Pérez. Ahora el reto es alcanzar algo similar con el Ayuntamiento de la capital.

Pese a la existencia de dos leyes de transparencia - una nacional y otra autonómica- la intención del Consistorio es seguir esa línea y "enriquecer los textos" ya existentes. El primer paso, según las indicaciones de Pérez, es redactar una ordenanza de transparencia del Ayuntamiento de Granada que llegue a pleno antes de final de año. Pérez, además, asegura que estas medidas se emprenderán "de manera colegiada", escuchando a todos los grupos políticos con presencia municipal y a todos los agentes sociales que quieran colaborar.

La pretensión del Ayuntamiento es crear una "vía de comunicación electrónica directa con la ciudadanía" que les facilite el acceso a toda la documentación. Para ello se tiene previsto crear un portal de transparencia que informe "a tiempo real" de todo lo que ocurra en el Consistorio. "Y cuando digo todo es todo. Aquí no hay trampa ni cartón", mantuvo el delegado de la Presidencia. Se incluirán, entre otros, grabaciones de los plenos, las remuneraciones de los concejales o las retribuciones de los grupos.

Se espera que el portal esté en funcionamiento en el mes de octubre, según el concejal de Personal, Juan Antonio Fuentes, dotando a la web de un elemento extra que, además, permita a los usuarios solicitar la información que deseen siempre y cuando éstos se identifique primero. Pérez aseguró que la configuración de la ordenanza ya está puesta en marcha pero, aun así, no hay nada sólido en lo que apoyarse; todavía hay que llevarlo a la práctica.