La polvareda que levantó el proyecto de remodelación de los accesos a la Alhambra (el conocido Atrio) ha obligado a dejar el proyecto de Juan Domingo Santos y Álvaro Siza en 'stand by'. Y así permanecerá, aparcado, hasta que haya un consenso en la ciudad que permita que el proyecto que se lleve a cabo tenga el visto bueno de la mayor parte de la sociedad granadina. Ayer, el director de la Alhambra, Reynaldo Fernández, explico que a partir de ahora se abre un "tiempo de diálogo" con todos los agentes sociales de la ciudad que permitirá diseñar el nuevo Atrio.

En este mes de septiembre que hoy comienza, el máximo responsable del monumento ya ha concertado una cita con la plataforma SOS Atrio. Quiere también verse con los responsables del centro artístico y literario, con la asociación de vecinos del bajo Albaicín, con los grupos políticos y con todos los agentes sociales que tengan algo que decir sobre el emblemático proyecto.

Reynaldo Fernández reconoce que con algunos de ellos ya ha habido varias tomas de contacto pero es ahora en septiembre cuando comienza el trabajo. "Es tiempo para consensuar, para escuchar a los vecinos, al Ayuntamiento, a la propia Unesco... Iniciamos un tiempo de diálogo en base al cual se tomarán las decisiones", apunta el máximo responsable del Patronato de la Alhambra y el Generalife.

La nueva consejera de Cultura, Rosa Aguilar, recordó en su visita a Granada el pasado mes de julio que, de momento, el Patronato estaba realizando el informe que enviará a la Unesco "que es clave esencial y fundamental" y aseguró que la Junta "no va a pisar el acelerador" para poner en marcha el proyecto.

"Desde la posición común del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía en defensa de nuestro patrimonio y del gran valor que tiene la Alhambra para la ciudad, para Andalucía y para el mundo entero, hemos constatado que hay algunas cuestiones en las que no estamos de acuerdo", indicó Aguilar, que aseguró que la intención de la Consejería de Cultura es seguir trabajando para llegar a un punto en común.

Pese a que el proyecto del Atrio es público desde el año 2011, fecha en la que ganó un concurso internacional de ideas, la polémica no estalló hasta este pasado mes de febrero, fue entonces cuando el alcalde de la ciudad alertó de las dimensiones del proyecto comparándolo con un gran centro comercial al albergar tiendas, restaurantes y cafeterías.