El primer hospital moderno de la historia de Europa, construido en Granada, fue ayer galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2015. Así, con este galardón se honra a todos los trabajadores sociales, laicos y religiosos que han dedicado su tiempo a favorecer a los más necesitados. De hecho, muchos de ellos, perdieron su vida al atender a los enfermos de ébola en África.

Hace más de 500 años arrancó la misión solidaria de San Juan de Dios en Granada en favor de los más necesitados. Ayer, septiembre de 2015, consiguió el reconocimiento "agradecido e inesperado" por los hermanos de la Orden, según afirmó el hermano superior de la Orden en Granada, José Luis Muñoz.

"Aquí en Granada la Orden nació en el año 1593, justamente en la calle San Juan de Dios, con el antiguo hospital del mismo nombre que recientemente ha recuperado la Orden, después de algunos decenios", explicó ayer emocionado el superior. No en vano, esta Orden Hospitalaria es una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación del mundo. Además, enfoca su atención a las crisis migratorias, la protección de personas más desfavorecidas, en riesgo de exclusión y todas aquellas personas que lo necesiten. "El año pasado, la atención especial se dedicó a la epidemia del ébola, que fue realmente destacada", afirmó Muñoz. El hermano de la Orden subraya que la atención se centró en el ébola mediante la puesta en marcha de la campaña Paremos el ébola en África del Oeste. A través de esta campaña, la Orden solicitó donaciones para sus hospitales en Sierra Leona y Liberia, donde la enfermedad se cobró varias vidas de trabajadores adscritos a la Orden, destacó Muñoz. La institución perdió a dos misioneros españoles: Miguel Pajares y Manuel García Viejo, junto a 18 colaboradores. Esta entrega desinteresada ha sido un motivo de peso muy presente a la hora de conceder este galardón, según reconocieron tanto el superior de la Orden de Granada como Miguel Ángel Varona, el presidente de la Fundación Juan Ciudad.

Muñoz resaltó que la Orden "ha dado la vida por atender a las personas que más lo necesitan". Ahora, la institución se siente "tremendamente agradecida" porque esta atención le sea devuelta en forma de premio.

En Granada nacieron las bases de esta institución, pero su función se ha ido extendiendo por todo el mundo. De esta forma, la Orden ha llegado a los cinco continentes, con 350 centros en todo el mundo en 53 países en total. Todo este trabajo es posible gracias a la labor desinteresada de más de mil religiosos, junto a 55.000 profesionales y casi 9.000 voluntarios. "Yo soy una mínima parte de la Orden, pero sus acciones se reflejan en todos los huecos del planeta", admitió el superior. De esta manera, esta institución atiende cada año a 27 millones de personas. A pesar del reconocimiento, la Orden aseguró que va a continuar realizando la misma labor que practica día a día, aunque "evidentemente, a nadie le amarga un dulce". Sin embargo, Muñoz enfatiza que el reconocimiento más importante es el que le aportan día a día las personas a las que ayudan.

"Desde hace mucho tiempo la Orden ayuda a los más necesitados a través de los servicios que se ofrecen en el Hospital San Rafael, en la residencia para ancianos del Hospicio, en el comedor social o en los centros para niños con problemas", aseveró el hermano superior. LaOrden sirve de comedor social, hospital y centro educativo para niños especiales, entre otras funciones.

El superior de la Orden admitió el impacto de la noticia y su "tremenda sorpresa" al conocer este premio. Ahora confía en que la concesión del Premio Princesa de Asturias a la Concordia sirva para mantener e impulsar la apuesta por honrar a todos los pobres que ayudó San Juan de Dios.

A nivel internacional, esta institución también ha prestado su ayuda a las víctimas del terremoto en Perú en 2007 o del tifón Yolanda en Filipinas en 2013, además de todas las personas que lo necesitan en España.