Granada

Tráfico reparte 29 radares móviles en más de 410 kilómetros peligrosos

  • Incrementa la vigilancia sobre casi treinta tramos, con elementos móviles para rebajar la siniestralidad

En una provincia con uno de los peores índices de siniestralidad en carreteras de toda España, la seguridad vial se ha convertido en un asunto realmente importante. Ahora, con la histórica demanda de la autovía de la Costa ya satisfecha después de su puesta en marcha por completo hace dos días, el foco de peligro se concentra principalmente en las carreteras convencionales que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha señalado como los puntos más conflictivos. Y es que la apertura total de la A-7 supone una gran transformación para el tráfico rodado en Granada, pues durante décadas las carreteras en dirección al litoral han sido un núcleo de accidentes y atascos. En total, la DGT incluye poco más de 410 kilómetros de "especial peligrosidad" repartidos en 29 tramos de vías convencionales, en los que hay instalados radares móviles. Además, los 14 dispositivos fijos en vías principales completan el mapa de radares en Granada.

Se trata de la primera actualización que se hace desde que a principios de julio se dieran a conocer los primeros tramos y en Granada prácticamente se mantienen los mismos puntos peligrosos. La DGT apunta que, durante el verano, se ha realizado un seguimiento pormenorizado de todos los accidentes de tráfico que han tenido lugar en vías secundarias de toda España. En concreto, en los meses de julio, agosto y septiembre, uno de cada tres fallecimientos en las carreteras españolas se produjeron en los tramos identificados como peligrosos, en los que se registraron un total de 86 muertes en verano y 900 en todo el año. Los criterios para la tipificación de estos tramos son el resultado de analizar el número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesitaron hospitalización; el número de accidentes en general, así como la información de la velocidad media de circulación en esos tramos.

En total son 1.314 tramos los que hay identificados que suponen 25.172 kilómetros de carreteras convencionales (salvo Cataluña y País Vasco), con una longitud media de 19 kilómetros. En todos ellos se está intensificando la vigilancia con radares móviles y se está llevando a cabo el Plan Integral de Vigilancia puesto en marcha en diciembre del año pasado. Este programa consiste en que cuando un conductor es detectado cometiendo una infracción de exceso de velocidad es parado e identificado y los agentes de la Agrupación de Tráfico también le realizarán, si lo consideran necesario, las pruebas de detección de alcohol y drogas, así como una revisión de la documentación, para comprobar que tanto el permiso para conducir, la ITV y el seguro del vehículo se encuentran en regla.

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