Granada

El negocio de la energía fotovoltaica, en vilo por el recorte de las ayudas

  • Se disparan las solicitudes para intentar acogerse al marco actual · En lo que va de año se han tramitado 248 inscripciones, frente a las 164 gestionadas hasta 2007 · Innovación asegura que continuará siendo una inversión rentable

La energía solar fotovoltaica necesitaba un empujón para dejar de ser palabras bonitas y buenas intenciones y convertirse en una realidad. Y el empujón se dio y de hecho, esta energía se convirtió en un negocio jugoso al que se empezaron a sumar empresas, una detrás de otra. Ahora, como ya se previó desde el principio, una vez alcanzados ciertos objetivos, se van a recortar las ayudas con las que se cuenta para emprender un proyecto de este tipo. Y ante esta sombra que amenaza la alta rentabilidad de las inversiones, los promotores se han apresurado para lograr acogerse al actual marco, que ya tiene fecha de caducidad: el 30 de septiembre.

En Innovación se apilan las peticiones de autorización para poner en marcha instalaciones de aprovechamiento de energía solar fotovoltaica. En lo que va de año ya han culminado el proceso 248 proyectos, mientras que desde que comenzaron a instalarse las primeras placas y hasta el final de 2007, sólo eran 164 las inscripciones definitivas realizadas. Este aluvión de solicitudes se ha acentuado, sin duda, debido a los cambios anunciados en las condiciones de venta de la energía producida, que han llevado a muchos a aligerar los trámites.

¿Significa esto que se paralizarán después los proyectos de instalaciones solares y placas en cubiertas una vez que cambien las condiciones? En Innovación tienen clara la respuesta: "En absoluto. Seguirá siendo un negocio altamente rentable", sostiene el delegado en Granada, Francisco Cuenca. "Lo único que puede pasar es que en lugar de amortizarse en unos 12 años la inversión, lo haga en 19. Pero varios promotores me han comentado que si no logran entrar en septiembre, seguirán adelante de todos modos", reafirma.

La gran ventaja que otorga el actual régimen especial de producción de energía eléctrica para quienes la generan mediante una instalación fotovoltaica es que hay unas tarifas reguladas a las que venden su energía a las empresas distribuidoras (Sevillana- Endesa, en el caso de Granada). Ese precio está muy por encima del que luego las eléctricas cobran a sus clientes por la energía. Con este incentivo los productores se aseguran unos beneficios, sin embargo, estas tarifas son las que van a perder vigencia a partir de octubre y con toda seguridad se verán reducidas, aunque aún se está elaborando la nueva normativa, que también es probable que modifique el límite de la energía mínima que debe generar una instalación para adherirse al régimen especial.

Sea como sea, no se trata de dejar de apostar por este tipo de energía, subraya el delegado, ya que los beneficios medioambientales justifican la inversión que precisa este tipo de energía y, pese a que su producción sea significativamente más costosa, sus características específicas hacen que no pueda ser sustituida por otras energías renovables. "La ventaja de la energía solar fotovoltaica es que se puede gestionar mejor. Ése es, sin embargo, el gran problema de la eólica, que al no poder acumularse y ser más irregular, sólo puede servir como complemento de la red habitual", explica Cuenca, que señala, eso sí, que la investigación está avanzando en ese sentido y tal vez en un futuro la eólica también supere sus inconvenientes.

"También en Granada estamos poniendo actualmente un gran empeño en fomentar la biomasa. Creo que progresivamente puede abrir una brecha importante en el ámbito del consumo doméstico", prosigue. "Puede suponer un gran cambio para la calefacción de las viviendas y de los centros públicos. Hoy en día en tres años ya se amortiza una caldera", apunta Cuenca, que explica que de todos modos, esta fuente de energía puede cumplir un papel destacado, como también la energía termosolar, muy empleada ya para calefacción, pero siguen sin ser capaces de sustituir de ningún modo la función de la energía solar fotovoltaica, que es bien distinta, ya que produce energía eléctrica que se aporta a la red de distribución habitual.

Actualmente, a los 12,2 megavatios de potencia con los que ya se contaba al terminar el año pasado (con 164 instalaciones), se han sumado 22 megavatios más, que son los que generan los 248 nuevos centros productores. De modo que actualmente la provincia genera 34,2 megavatios de potencia a través de energía solar fotovoltaica, una cifra que es muy probable que se incremente antes de que termine el verano. Después habrá que ver cuáles son las condiciones y cómo influyen en el desarrollo de este sector. Por ahora, la energía solar fotovoltaica teme perder a su "mecenas".

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