Granada

El Conservatorio cambia sus requisitos sin avisar y deja fuera a diez alumnos

  • Desconocían que ahora se exige aprobar un mínimo de créditos para poder continuar

De Granada a Vigo con el piano a cuestas. Tras catorce años de dedicación a la música, sin haber suspendido nunca ninguna asignatura, el granadino Antonio Cervera se vio obligado a abandonar sus estudios en el Conservatorio Superior Victoria Eugenia por un cambio en los requisitos para continuar con su carrera. Como él, otros nueve estudiantes granadinos se vieron el pasado curso en la calle sin poder finalizar en Granada su formación artística.

Los problemas, según los afectados, comenzaron con la Orden del 12 de abril de 2012. Desde su publicación se exige al alumnado de los centros públicos de enseñanzas artísticas superiores aprobar un mínimo de doce créditos para pasar de curso. Cervera -como otros nueve granadinos- desconocía tal modificación y se planteó su último año de piano de tal manera que le fuera posible compaginar la música con sus estudios universitarios y un trabajo. "Decidí matricularme de tres asignaturas" en el curso 2013/2014, explica el ex alumno del Victoria Eugenia. De forma deliberada y con el consentimiento de su profesor, decidió dejar una de las tres asignaturas -Piano, con una carga lectiva de 22 créditos- para el siguiente curso, algo habitual desde que los estudios de Piano se comprimieron de cinco a cuatro cursos. "El repertorio es demasiado amplio para un solo año y la audición final requiere de una gran preparación", refiere el pianista. A pesar de aprobar dos de las tres asignaturas, no llegó al mínimo de créditos exigidos para continuar sus estudios. El curso pasado, Cervera llegó a entregar la matrícula y a comenzar las clases del que debería haber sido su último año en el Conservatorio Superior. Sin embargo, una carta a los 20 días de iniciado el curso le comunicaba que debía abandonar sus estudios. Además, no podía terminarlos en ningún conservatorio andaluz. Ni Cervera, ni sus compañeros, ni el profesorado conocían la modificación en la norma de matriculación. Nadie fue advertido ni por la secretaría del centro ni por la dirección.

En octubre de 2014 Cervera se vio en la calle a sólo una asignatura de terminar con catorce años de estudios artísticos. "Llamé a todos los conservatorios de España, a Valencia, Alicante, Barcelona, Badajoz...". En octubre, con todos los procesos de matrícula ya cerrados, la respuesta de los conservatorios a los que llamó fue no, salvo uno. "En Vigo el conservatorio es muy pequeño y tiene pocos alumnos, así que me dijeron que sí. En tres días cogí la maleta y me fui". Un cambio vital y académico que Cervera recuerda como "un caos". Era, sin embargo, la única oportunidad de cerrar sus estudios de piano. "Terminé con sobresaliente en la parte de concierto".

Trasladarse un año a Vigo supuso un serio desembolso económico para la familia de Cervera. Otros ex alumnos del Victoria Eugenia, sin embargo, se vieron obligados a abandonar sus estudios un año completo, con el quebranto que supone para un pianista dejar de lado su formación. Esta disciplina requiere practicar a diario.

"Por no explicarme la normativa y no buscar una solución a nuestro caso me han mandado a estudiar fuera un año", concluye Cervera. "Ellos [en referencia a la administración del Conservatorio Superior] sabían lo que iba a pasar y su respuesta cuando reclamé fue que me tenía que haber leído el BOJA. Y cuando les dije qué puedo hacer, me contestaron que sólo irme". "Nadie conocía el cambio en el proceso de matrícula, pero la culpa es mía por no leerme el BOJA", expone Cervera.

El problema no es exclusivo de Granada. Los afectados de la provincia de Málaga crearon incluso una petición en la plataforma virtual change.org, que cuenta ya con más de un millar de firmas de apoyo.

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