La cárcel de Albolote no deja de ser noticia. A la plaga de cucarachas y ratas y la falta de personal se unen ahora los cortes en el suministro, que generan "caos, tensión e inseguridad" en el centro penitenciario. Así lo aseguraron ayer las cuatros secciones sindicales de la prisión (APFP, CCOO, UGT y CSI.F), que denunciaron la precaria situación en la que se vio sumida la cárcel durante la jornada del viernes y la madrugada del sábado por los "continuos" cortes del fluido eléctrico, que provocaron fallos en las cámaras, teléfonos y puertas.

La plataforma sindical de la cárcel aseguró que estos cortes del suministro se producen "con mucha frecuencia" desde la inauguración del centro, como consecuencia de la deficiente acometida que se hizo en el momento de su construcción y por la masificación de la prisión. "La instalación se concibió para una población reclusa de 1.008 internos. Las actuales cifras de hacinamiento que rondan los 1.500 colapsan y saturan la línea", apuntan los sindicatos, que también hablan de recortes en el área de mantenimiento, que "parchean averías en vez de sustituir componentes".

La queja de la plataforma sindical no es una pequeñez. El personal de la prisión apunta que los cortes de luz pusieron a la plantilla y a los internos "en situaciones de peligro", ya que la falta de electricidad bloquea el mecanismo de apertura y cierre de puertas. "Se vieron incomunicados dentro de las galerías y en las celdas sin posibilidad de salida", denuncian.

A los cortes de luz se sumó la falta de suministro de agua durante gran parte del día, según la plataforma sindical, lo que generó protestas e indignación entre los reclusos que hicieron a los funcionarios "temer por su integridad".

El "caos" por el fallo en el suministro eléctrico afectó a todos los departamentos, sistemas informáticos, telefonía y seguridad contra incendios, lo que durante algunos momentos llegó a impedir la identificación de internos en el departamento de ingresos y retrasó la salida de los presos con permisos. La plataforma detalló además que, durante el servicio de cena, este fallo dejó a la cárcel sin teléfono, cámaras y ordenadores y sin poder abrir y cerrar puertas y rastrillos, momento en el que se escuchaban las voces de protesta de los reos y "el caos se hizo más evidente".

Los sindicatos también lamentaron que los funcionarios del turno de noche tuvieran ayer que atender continuas falsas alarmas del sistema de incendios, a lo que se sumó "el estruendo de gritos y golpes" de los presos, que protestaban por la falta de luz, televisión y agua.