La ciudad del futuro tiene que aprovechar los beneficios de todos los avances técnicos y tecnológicos para mejorar la vida de sus ciudadanos y su propia gestión. Y con esa aspiración, el Ayuntamiento de Granada va a continuar con su plan de sustitución de las luminarias para aprovechar las nuevas incorporaciones, más eficientes e 'inteligentes'. Según informó ayer la concejal de Urbanismo y Mantenimiento del Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, se va a solicitar una subvención de 4 millones de euros para instalar luces LED con un sistema de telegestión individual.

La iniciativa entra dentro del plan de sustitución del alumbrado de la ciudad, que cuenta con 32.000 puntos de luz. En 2008 se pusieron todas de bajo consumo y ahora el futuro son los LEC. Ya el año pasado se cambiaron 4.300 y ahora se busca esta ayuda para cambiar otras 7.000.

Los cuatro millones de euros se pedirán a las convocatorias de ayudas del IDAE, que facilita préstamos para la sustitución de las luces de las calles de los municipios. Y ahí entra el plan de la capital. "La subvención es un préstamo a devolver que se irá pagando con el propio ahorro en el consumo que suponen las nuevas luminarias. Ese préstamo tiene unas condiciones ventajosas como son no tener interés, no computar como deuda y tener un año de carencia", explicó Nieto.

Así, esos 7.000 puntos de luz que ahora gastan unos 718.000 euros al año, pasarían a gastar con el sistema LED 303.000 euros anuales. Con el ahorro de más de 400.000 euros se pagará la cuota anual del préstamo durante nueve años, por lo que "el nuevo sistema de bombillas se pagará solo".

Según Nieto, detrás hay un proceso más ambicioso que pasa por sustituir los 32.000 puntos de luz de la ciudad. Los 4.300 que ya existen de LED están repartidos entre el centro y parte del Albaicín. Los 7.000 nuevos se repartirían también entre diferentes barrios.

Además, están planificadas también fases posteriores como la sustitución de los puntos de luz en el Zaidín, en este caso con fondos europeos.

Las ventajas de las LED son claras. "Cada bombilla tiene una tarjeta de información que transmite información de esa bombilla al centro de mantenimiento. Se detecta si falla, si está apagada, mide la vida útil de la bombilla, regular la intensidad de la luz de cada una y ver su consumo individual", explicó la concejal. Esto permitirá pasar de pagar 40 euros anuales el control de cada bombilla y mantenimiento, a 9 euros al año, por lo que el ahorro es significativo.