"Ah, se me olvidaba, te he traído otra cosa, aparte de mi carta, seguro que te encanta. Es tu tricornio, ese con el que me refugiaba de la lluvia cuando salíamos a pasear, el mismo que me dejaste antes de irte al País Vasco. Está un poco maltratado, lo sé, pero he dormido con él desde que te separaste de mí, pese a que se me clavaba en el pecho cada vez que me daba la vuelta en la cama". Estas palabras son de Miriam Mateos-Aparicio Montoya. Cuenta en su realto que su padre, guardia civil, fue asesinado por ETA en 1984 junto a otros tres compañeros. El coche saltó por los aires.

Las frases de Miriam están extraídas de un escrito con estructura de carta titulado Tú, uno de los veinte relatos que han sido incluidos en el libro Memorial Víctimas del Terrorismo (Relatos y Vivencias), que ha publicado la Asociación Nacional de Mérito Duque de Ahumada, Amigos del Cuerpo de la Guardia Civil, en memoria de todas las víctimas del odio y de la sinrazón de los terroristas.

La obra, de 193 páginas, recoge las historias finalistas del I Certamen de Relatos Cortos Benemérita Guardia Civil. Memorial Víctimas del Terrorismo. A través de ellas, escritas en primera persona por quienes han sufrido el zarpazo del terror muy de cerca, el recuerdo de las víctimas permanecerá vivo para siempre, "para que los que vienen detrás sepan realmente lo que aconteció en España durante más de cuarenta años", indica la contraportada del libro.

La obra arranca con el relato ganador del certamen, titulado Irene y escrito por la asturiana Mar Braña Gancedo con palabras herederas de un profundo dolor. Está dedicado a María Ángeles, la madre de Irene Fernández Perera, asesinada por ETA el 20 de agosto de 2000 en Sallent de Gállego (Huesca). Es un relato triste, que sobrecoge y que está inspirado en la figura de la primera guardia civil asesinada por ETA cuando prestaba servicio junto a otro compañero. "Un día como hoy velé durante horas aquellos dos féretros, sin llegar a asimilar que en uno de ellos estabas tú, o lo que quedaba de ti... Lloré sin tregua día y noche, tratando de borrar de mi mente el escorzo de un cuerpo despedazado, que ni siquiera me dejaron ver y que aún hoy me cuesta trabajo imaginar", es su comienzo.

"Con este libro pretendemos que las futuras generaciones sepan lo que pasó en España sin que se tergiverse la realidad", explica a este diario el presidente de la Asociación Duque de Ahumada, Francisco Rodríguez Palma. La primera edición (400 ejemplares) ha sido sufragada por la Diputación Provincial de Granada para su distribución por todas las bibliotecas públicas de la capital y la provincia e institutos de bachillerato.

Al certamen concurrieron más de 200 relatos, que como indica el presidente, reflejan "el dolor y el sufrimiento de las víctimas del terrorismo y la soledad que han sentido sobre todo en los años 80, los años de plomo".

La ceremonia de entrega de premios de esta iniciativa literaria, que pretende ser un tributo a la memoria de las víctimas del "odio, intransigencia y fanatismo de ETA", entre las que hay 243 guardias civiles, tuvo lugar el pasado mes de febrero en el Paraninfo de la Facultad de Derecho de Granada.

Ayer, fue el Colegio Oficial de Médicos de Granada el escenario elegido para la presentación del libro. Entre los intervinientes se encontraba el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, que fue el sucesor de Luis Portero, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) asesinado vilmente por ETA en Granada en octubre de 2000. También asistió Daniel Portero, hijo de Luis Portero y presidente de la asociación Dignidad y Justicia.

La obra, prologada por Rodríguez Palma y que incluye un escrito inicial del colaborador de Granada Hoy Andrés Cárdenas y otro de un descendiente directo del Duque de Ahumada -que fue el fundador de la Guardia Civil-, se puede adquirir a través de la web de la Asociación Duque de Ahumada (www.anamegc.com) a precio de costo: 10 euros.

Además de la veintena de relatos, la publicación se nutre de las hemerotecas: contiene reproducciones de portadas de periódicos nacionales con noticias de muchos de los atentados. "Hace ya 5 años que ETA ha dejado de matar pero las víctimas no pueden caer en el olvido", enfatiza a modo de conclusión Rodríguez Palma.