Granada

¿Quién paga la Universidad?

  • El 80% del dinero que maneja la UGR depende de lo que mandan la Junta y el Estado El peligro para su autonomía está en la inestabilidad económica

El principio de autonomía universitaria, que proviene de la tradición de las más antiguas universidades europeas y que se supone aún vigente en las instituciones españolas de educación superior, es una bandera que enarbolan cada vez con más dificultades los gestores universitarios. En Granada, se conoce a la UGR como la principal empresa de la provincia, que celebra sus propias elecciones, tiene sus órganos de gobierno y su rectora es un cargo con voz propia. Pero la enorme dependencia económica de las grandes Administraciones, especialmente de la Junta de Andalucía, está agrietando los cimientos de esa deseada autonomía universitaria.

La salvaguarda de los vaivenes que el poder político puede infligir sobre las universidades se pone en entredicho cuando los recortes económicos y los retrasos en los pagos por parte de las Administraciones públicas están a la orden del día. El presupuesto de la UGR para 2016 depende en un 80% de las grandes Administraciones -un 10% del Estado y el 70% de la Junta de Andalucía-.

En un principio este dinero debería estar garantizado para que la Universidad lo empleara con autonomía. Pero en los últimos años de crisis ha habido decisiones políticas de tipo económico que han condicionado mucho la capacidad de acción de los Rectorados, en especial con respecto a las políticas de personal, que en definitiva son el corazón de la institución docente.

Las decisiones políticas penetran en la Universidad a través de la economía. Por eso cabe preguntarse ¿cómo se financia la Universidad de Granada?

Para 2016 la institución ha aprobado un presupuesto de 382 millones de euros, lo que supone un importe similar al que maneja la propia ciudad de Granada, para dar todos sus servicios. Con este dato, se entiende la importancia que tiene la UGR en su entorno, más allá de lo puramente académico.

El dinero de las matrículas y de otros servicios que pagan los estudiantes de la UGR supondrá solo un 14,5% de los ingresos totales previstos en 2016. La cantidad, 55,4 millones de euros, se mantiene respecto a años anteriores. Como en el resto de Universidades andaluzas, los precios públicos se han mantenido en los últimos años, a diferencia de las políticas fijadas en otras Comunidades, como Madrid o Cataluña, donde los precios de las matrículas se han elevado mucho para contrarrestar los recortes de sus Gobiernos.

La UGR ha sufrido también estos últimos años recortes en ese 80% de ingresos que recibe de la Junta y el Estado, ya sea de forma directa (al paralizarse, por ejemplo, las convocatorias de investigación) o de modo indirecto: los retrasos en los pagos y la falta de liquidez han hecho que los proveedores de la UGR aumenten sus precios para la institución, pues tienen que contar con que cobrarán muy tarde.

Una de las mayores novedades este año en el presupuesto es la previsión de aumentar el dinero que llegará de fuera de España, especialmente de la Unión Europea, sobre todo a través de los proyectos de investigación. Los 16 millones en total que se han contabilizado supondrían un 4,1% del total de ingresos de la UGR. La rectora, Pilar Aranda, ha reiterado que su apuesta será por la obtención de recursos a través de la investigación y con la mirada puesta en Europa, que es donde hay dinero.

La rectora también anunció en su campaña que reforzaría la búsqueda de fondos del sector privado, a través de convenios, transferencia de investigación o mecenazgo. Pero por el momento, para el presupuesto de 2016 solo se prevé que de las empresas privadas, por medio de acuerdos, la institución granadina ingrese 2,1 millones de euros, un mínimo porcentaje del 0,5% en el cómputo total.

La dependencia económica de las transferencias autonómicas o del Estado no son en sí el problema en una universidad pública como la UGR. Lo peor es la dificultad para prever con certeza cuáles serán esos ingresos y el sometimiento a las políticas de recortes que imponen los Gobiernos

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios