Los cambios previstos en el sistema de movilidad no han sentado del todo bien a los grupos políticos de la oposición. La vuelta de las líneas SN-1 y SN-4 al eje Gran Vía ha sido vista por IU como una forma de "parchear" un grave problema de movilidad en la ciudad que ha supuesto un sobrecoste del servicio, una pérdida de viajeros, y una vuelta al uso del vehículo privado que será difícil de revertir según el portavoz de esta agrupación, Francisco Puentedura. Eso por ello que el edil pidió ayer al equipo de gobierno una actuación "integral" que supere el fracaso de la LAC.

"Lo primero que pedimos al equipo de gobierno es que acabe con la improvisación", exigió Puentedura, que cree que quedan por cubrir muchas zonas en otros ejes fundamentales como Chana-Zona Norte; Genil con Zaidín, o Alhambra con Albaicín. Asimismo, el portavoz se planteó si la incorporación de estas líneas SN-1 y SN-4 al eje Gran Vía no supondrán un golpe en las frecuencias que debe cumplir la LAC. "IU apoya que varias líneas recorran el centro y está de acuerdo que se comunique así a los barrios con el centro, pero si sólo se adopta esta medida sin tener en cuenta cómo se van a desarrollar el resto de líneas, puede ser un fracaso", dijo Puentedura. Por último, hizo hincapié en que el plan integral que plantea se consensúe de forma real con la ciudadanía, y más especialmente con el Área Metropolitana. En los próximos meses finalizarán muchos de las concesiones de los autobuses con los pueblos y es un buen momento para buscar fórmulas que reduzcan la llegada de vehículos privados desde los municipios a la capital.

Por su parte, el concejal del PSOE, Paco Cuenca, señaló que la vuelta de las líneas por Gran Vía "son la constatación del fracaso de la LAC". El socialista remarcó la solución a la movilidad de Granada "no pasa por introducir solo dos líneas por el centro, porque eso es un parcheo más", afirmó. A su juicio, no es de recibo que se hayan tardado seis meses en tomar esta decisión: "Demorar este tiempo en la toma de decisiones con la excusa del Observatorio de la Movilidad ha costado a los granadinos tres millones de euros", criticó el edil que pide medidas urgentes para frenar la pérdida de viajeros.

Sobre todo ello se pronunció el portavoz del equipo de Gobierno, Juan García Montero. El edil justificó los cambios en "una ciudad viva" que necesita una gestión "abierta y dinámica" y por tanto modificaciones. "La revisión del sistema d de movilidad no es un fracaso de la ciudad (...) nos adaptamos a las circunstancias. Cuando llegue el transporte metropolitano también habrá que modificar las líneas", explicó García Montero que, incluso, afirmó que "nos sentimos orgullosos de esta capacidad de adaptación".