Granada

Los titiriteros granadinos salen de prisión con duras medidas de control

  • El juez valora que no hay riesgo de fuga ni de volver a representar la obra para decretar su excarcelamiento No pueden salir del país y tendrán que personarse a diario en un juzgado

Entre aplausos de una veintena de familiares y amigos, Alfonso Lázaro y Raúl García, los dos titiriteros encarcelados desde el sábado por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo, salieron ayer de la cárcel de Soto del Real en Madrid tras conseguir la libertad con cargos. Una libertad que se hizo realidad poco antes de las seis de la tarde después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno aceptara su recurso y ordenara su salida de prisión tras la petición de libertad horas antes por parte de la Fiscalía, que cambió de criterio al reducirse el riesgo de fuega y de reiteración delictiva.

"Es difícil que se puedan repetir los hechos porque ha sido incautado judicialmente todo el material empleado en la representación", dijo el fiscal Pedro Rubira, que agregó además que las actuaciones que tenían previstas han sido rescindidas. De hecho, el fiscal destaca que la defensa de los detenidos no ha discutido los hechos que son objeto de la acusación, sino que se limitó a afirmar que eran atípicos en el Código Penal y que no había riesgo de fuga por tener su arraigo en España, motivo por el que el fiscal apoyó el cambio de régimen.

Aunque entraron directamente en coches y no hicieron declaraciones, la buena noticia, que llevaban pidiendo desde su ingreso en prisión colectivos sociales, amigos, familiares, partidos políticos y hasta Amnistía Internacional, se recibió entre aplausos y gritos de apoyo a los miembros de la compañía 'Títeres desde Abajo', fundada en Granada. La madre de Raúl García sí habló para agradecer el apoyo recibido. Aunque también hubo momentos de tensión cuando a su salida, un grupo de amigos los arropó para impedir que fueran grabados por las cámaras de televisión, produciéndose empujones de los amigos al grito de "prensa manipuladora" y "fuera de aquí". Ayer mismo más de 11.000 personas habían firmado una petición en Change.org para que se encause al juez Moreno por "prevaricación" al encarcelar a los dos titiriteros, que según informaba ayer la Cadena Ser han estado clasificados en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento en el grado 3, el que suelen recibir los presos acusados de colaborar con banda armada.

El juez, en una medida "excepcional", reformó el auto que de prisión provisional incondicional de los titiriteros y en su lugar decretó la libertad provisional. Porque entiende que ha disminuido el riesgo de fuga y de reiteración delictiva al haberse incautado el material con el que realizaban la obra y haberse rescindido sus contratos. Ahora tienen prohibida la salida del país, están obligados a compareceer diariamente en el juzgado y les han retirado los pasaportes. Según informó ayer su abogados, Daniel Amelang, de momento permanecerán en Madrid un par de días para fijar la estrategia de defensa.

El auto tiene en cuenta que "no tratarán de sustraerse a la acción de la Justicia, por lo que el riesgo de fuga queda muy mermado". Con todo, el juez Moreno recoge la jurisprudencia del Tribunal Constitucional para subrayar que el derecho a la libertad ideológica y de expresión protege aquellas ideas que pueden resultar "rechazables y molestas para una generalidad de personas", pero no alcanza a "cobijar la utilización del menosprecio y el insulto contra personas o grupos, ni tampoco a la generación de sentimientos de hostilidad contra ellos. Se oponen a ello el derecho a la dignidad de la persona, la igualdad y el honor".

En este sentido, el magistrado recuerda que la libertad de expresión no puede ofrecer cobertura al denominado 'discurso del odio', que supone una incitación directa a la violencia, y advierte de que las escenas que los titiriteros representaron públicamente "constituyen a priori un modo de fomentar, promover o incitar al odio, hostilidad o violencia"-

En cuanto a la comisión del delito de enaltecimiento, el juez destaca que "cualquier persona que lea la expresión incluida en el cartel exhibido por los investigados 'Gora Alka-ETA' puede verificar que se está alabando o justificando a los terroristas o a los propios hechos" y añade que la exhibición con ocasión de una obra con guiñoles no supone por sí misma la despenalización de esta conducta.

El abogado de los titiriteros estudiaba ayer si pedía la retirada de los cargos que pesan sobre ellos después de mostrar su satisfacción por su puesta en libertad. De momento, dijo el abogado, se consiguió "lo más importante", que es la salida de la cárcel, que era lo que "urgía" y su primera "meta". Ahora analizarán si tomas medidas para ir a más y lograr su libertad absoluta.

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