Granada

La UGR prueba una patente contra el síndrome de la clase turista

  • El estudio, llevado a cabo en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada por su altitud, pretende evitar casos de muerte súbita tras viajes largos en avión

Prevenir la aparición del síndrome de la clase turista, que afecta a un 3% de los pasajeros en vuelos de más de cuatro horas de duración y que puede ser causa de muerte súbita de personas sanas por embolia pulmonar masiva, es el objetivo que se pretende alcanzar con un nuevo dispositivo ideado por la Universidad de Granada. Esta iniciativa está probándose en un estudio iniciado el pasado fin de semana en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo, CARD, de Sierra Nevada.

El síndrome de la clase turista fue un término acuñado para denominar varios casos de muerte súbita de personas jóvenes y sanas que sólo tenían como nexo en común haber realizado viajes largos en avión en los días previos. Debido a esto se detectó que personas que realizaban este tipo de viajes tenían un riesgo mayor de sufrir trombosis, especialmente trombosis venosa profunda y su principal complicación: el tromboembolismo pulmonar.

El mecanismo de la trombosis en viajes largos es debido a la combinación de inmovilización, deshidratación y factores predisponentes. Los síntomas pueden manifestarse en forma de hinchazón, dolor y hormigueo en la extremidades.

Como explica uno de los responsables de este proyecto de la Universidad de Granada, el doctor Fidel Fernández Quesada, especialista del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Clínico San Cecilio, "se ha escogido el CARD porque al estar situado a más de 2.000 metros de altitud se pueden simular perfectamente las condiciones que existen en vuelos internacionales". De hecho, añade, "se han cuidado al máximo todos los detalles, de manera que los participantes comen lo mismo que se ofrece en estos vuelos y están situados con espacio y movilidad similar".

Partiendo de estas condiciones, se evalúa por medio de pruebas diagnósticas la posible aparición de síntomas del síndrome. Al mismo tiempo, se evalúa la utilidad de un nuevo dispositivo desarrollado para prevenir el desarrollo de trombosis en las piernas y su utilidad para activar la bomba venomuscular que permite el retorno de la sangre al corazón.

Para Fernández, "la idea es probar con los responsables del proyecto su patente (denominada slip-flow) en una situación semejante a la que existe en la cabina de un avión presurizado volando a altitud de crucero". En el estudio se utilizan voluntarios sanos y se les efectúan cuestionarios para evaluar sus síntomas.

El estudio se estructura en tres fases. La primera se ha llevado a cabo el pasado fin de semana. Posteriormente, serán sometidos a las condiciones de un vuelo en dos grupos: unos se comportarán como se hace en cualquier viaje y los otros harán ejercicio de las piernas con el slip-flow. Posteriormente, el 20 y el 21 de septiembre se realizará de nuevo un examen completo.

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